
El sector azulejero se prepara para un golpe que todavía resulta difícil de calibrar por la incertidumbre existente sobre cuando comenzará a remitir el impacto del coronavirus. La patronal del sector, Ascer, está realizando un seguimiento constante de la situación de las empresas y ha detectado ya que comienzan a aparecer problemas en casi la mitad de los pedidos de sus clientes en todo el mundo así como anulaciones, aunque consideran que todavía es pronto para poder realizar una valoración fiable ya que no se dispone aún de los datos oficiales de Aduanas.
Ante esta situación, el sector quiere seguir trabajando al máximo posible pero no descarta que se produzca un cierre de la actividad, bien por una decisión del Gobierno o bien por una falta de personal que merme su capacidad productiva y que podría llegar a extenderse entre tres y cuatros meses, según los primeros cálculos que ya están haciendo algunas de sus compañías.
Por este motivo, las azulejeras piden al Gobierno un paquete de medidas para poder hacer frente a una situación que será crítica en los próximos meses. Entre las peticiones del sector figuran que se adopten diferencias en las líneas de avales de pymes y autónomos para que puedan adaptarse de un modo más ajustado a las necesidades de cada sector, que se incremente al 90% el porcentaje de aval público, al igual que Alemania, para poder defender a las empresas, incluso a aquellas que ya estuvieran antes con problemas. Asimismo se reclama el adelanto de las devoluciones del IVA, lo que permitiría el acceso a una liquidez muy necesaria en estos momentos en los que el consumo de material se va a ir reduciendo de un modo notable en los próximos meses.
Las compañías no reclaman que se les considere sector estratégico aunque si que piden que en caso de cierre puedan seguir funcionando los almacenes para enviar sus productos de modo que se permita tener todavía un línea de ingresos abiertas para las compañías.
Aunque el sector azulejero sigue operando con una relativa normalidad, gracias a que las fábricas tienen distancias holgadas y las medidas de higiene necesarias, no está incluido en el listado elaborado por el Ministerio del Interior.
El sector azulejero está en contacto diario con la Confederación de Empresarios de Valencia, que a su vez coordinar las demandas sectoriales con la CEOE con la que recientemente tuvieron roces por la defensa que su presidente hizo de las distribuidoras de gas en detrimento de los consumidores.
Un parón del sector cerámico tendría además una repercusión directa en el sector gasista que vería como su principal consumidor desaparece pero también podría afectar al sector eléctrico.
Una buena parte de las azulejeras cuenta con plantas de cogeneración, que han visto como en los últimos meses se les han endurecido las condiciones de funcionamiento, lo que podría llevarlas a reducir su capacidad de producción.