La naturaleza ha mostrado su cara más violenta. Las tempestades ciclónicas atípicas (TCA) estuvieron presentes durante el pasado año en nuestro país hasta tal punto que el Consorcio de Compensación de Seguros (organismo público que se ocupa de este tipo de siniestros) tuvo que hacer frente a más de 18 millones de euros en indemnizaciones por daños causados por estos fenómenos.
2013 también empezó con vientos enfurecidos, sobre todo en enero y febrero, aunque todavía no existen cifras de daños ya que son en primer lugar las compañías de seguros las que atienden a los afectados (que cuentan con una póliza) y las que, posteriormente, pasan la factura al Consorcio.
Y es que las TCA son cada vez más frecuentes en nuestro país. Cuando el viento desata su ira hay poco que hacer, sobre todo cuando presenta rachas que superan los 120 kilómetros por hora. Los mayores desastres del pasado año se produjeron el 28 de septiembre en Gandía y Xeraco, donde se contabilizaron 1.609 siniestros y unas indemnizaciones de 9,3 millones de euros.
Aunque el 19 de junio en Albacete el número de siniestros fue mayor (1.616) el importe económico se quedó en 2 millones. Mientras que en Galicia, los fuertes vientos que soplaron el 13 de diciembre originaron 415 siniestros y unos daños superiores a 1,3 millones de euros.
