Madrid, 7 nov (EFECOM).- El sector de la energía solar fotovoltaica facturó 586 millones de euros el año pasado, un 50 por ciento más que en el ejercicio anterior, según el Informe Anual de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) que presentó hoy su presidente, Javier Anta.
España se ha consolidado como el segundo mercado europeo en este ámbito, después de Alemania, y el cuarto del mundo, con 5.000 instalaciones y más de 10.500 empleados.
La potencia solar fotovoltaica conectada a la red ascendió, al cierre de 2005, a 41 megavatios, casi el doble que en 2004 (21 megavatios).
En septiembre de este año, la potencia conectada se había elevado ya a 60 megavatios y se calcula que podría ascender a 80 megavatios al cierre del presente ejercicio.
Del mismo modo, la energía vendida se duplicó durante el año pasado, al pasar de 18 gigavatios/hora en 2004 a 40 gigavatios en 2005.
El número de instalaciones superó el año pasado las 5.000, 2.000 más que en el ejercicio anterior.
Por comunidades autónomas, Navarra se sitúa en cabeza, tanto por potencia instalada como por energía vendida, seguida por Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla y León.
La producción española de células fotovoltaicas ascendió el año pasado a 70 megavatios, el 4 por ciento del total mundial (1.800 megavatios), aunque la capacidad en octubre de este año ascendía ya a 212 megavatios.
El presidente de ASIF, Javier Anta, se mostró confiado en que el Ministerio de Industria tendrá en cuenta las necesidades del sector al revisar el marco retributivo de las energías renovables.
El Plan de Energías Renovables, aprobado en 2005, establece que la potencia fotovoltaica instalada en España deberá alcanzar los 400 megavatios a finales de 2010.
Anta explicó que, para lograr ese objetivo, es necesario contar con certidumbre regulatoria, una retribución razonable y procedimientos eficientes.
El presidente de ASIF apuntó que el borrador de Real Decreto por el que se revisarán las primas a las energías renovables podría estar listo a final de mes, aunque entraría en vigor el próximo año, ya que, antes de aprobarse, debe pasar por la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Anta explicó que ya no existe un problema en el suministro de silicio, material con el que está hechas las células fotovoltaicas, ya que existe suficiente materia prima y se están construyendo fábricas para procesarlo.
Por ello, indicó, el precio de los módulos solares fotovoltaicos podría reducirse hasta un 5 por ciento el próximo año. EFECOM
mam/jlm
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