El grupo químico alemán Basf obtuvo un beneficio neto de 1.406 millones de euros en el primer trimestre, lo que representa un descenso del 16,2% respecto del resultado del mismo periodo del ejercicio anterior como consecuencia del impacto de las tensiones comerciales, principalmente entre EEUU y China, que ha frenado las compras de muchos clientes.
"El sentimiento de mercado generalmente moderado se reflejó en la actitud de esperar y ver de muchos clientes. Consecuentemente, Basf experimentó un debilitamiento de la demanda de sectores clave, particularmente el automotriz", explicó la compañía.
Las ventas de Basf entre enero y marzo sumaron un total de 16.177 millones de euros, un 3% más que en el mismo periodo de 2018, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) disminuyó un 6,9%, hasta 2.789 millones.