
EDP Renováveis (EDPR), filial especializada en energías verdes de EDP, ha anunciado la venta de varios parques eólicos terrestres en la UE a inversores institucionales sin identificar, pero asesorados por JP Morgan. Los activos tienen una potencia conjunta de 997 MW y la transacción se ha cerrado, pendiente de los permisos habituales, por unos 800 millones de euros.
Las plantas eólicas, con una vida media de siete años, se distribuyen por Francia (388 MW), España (348 MW), Portugal (191 MW) y Bélgica (71 MW). EDPR especifica en una nota de prensa que de toda esa potencia sólo se contabiliza 491 MW netos -con una participación del 51% en la mayoría de las instalaciones-, tras haber vendido participaciones entre los años 2013 y 2016.
Después de la operación, que debería culminar en los próximos meses, liquidará por completo sus participaciones en estas centrales de generación renovable. No obstante, ha firmado un acuerdo marco para proporcionar los servicios de operación y mantenimiento, algo que -señala- le permite acelerar la generación de valor y garantizar beneficios inmediatos para reinvertir en el crecimiento gradual.
La empresa dirigida por Joao Manso Neto también indica que, atendiendo al precio de la operación y la deuda externa pendiente de amortización, el valor implícito total del 100% de los activos asciende a 1.600 millones. Hasta la operación, EDPR contaba con algo más de 11.000 MW, de los que 5.250 MW estaban en Europa.
Ventas por 4.000 millones
Las desinversiones se enmarcan en la rotación de activos prevista en su Plan Estratégico 2019-2022, que asciende a unos 4.000 millones, incluyendo participaciones mayoritarias en los proyectos. Con ello, la compañía busca aumentar el valor de su actividad para los accionistas sin tener que disparar el volumen de la inversión asociada.
Durante el período, EDPR quiere destinar un total de 8.000 millones -la mitad procedente de las ventas y la otra mitad del flujo de caja- para aumentar su parque de generación en unos 7.000 MW, de los que ya se ha asegurado prácticamente la mitad.
Este crecimiento, además, estará diversificado tanto por territorios -el 60% en norteamérica, el 20% en la UE y el resto en Brasil y otros países- como por tecnologías, puestos que el 70% será eólica terrestre, el 20% solar y el 5% restante, eólica marina.
Los objetivos finales son incrementar el resultado bruto operativo (ebitda) un 6 por ciento y aumentar el beneficio neto -313 millones en 2018- un 11 por ciento.
Votación clave sobre la opa de CTG a EDP
Por otro lado, la Junta de EDP encara mañana revisar sus Estatutos al objeto de eliminar el vigente límite a los derechos de voto de los accionistas, situado en el 25%, uno de los requisitos de la opa lanzada sobre la empresa lusa por su principal accionista, la estatal China Three Gorges (CGT), hace prácticamente un año. En el caso de no aprobarse el cambio, el Regulador bursátil luso dará por concluida la opa.
CTG ya dispone del 23,27 por ciento de EDP y ofrece 3,26 euros por título de la lusa –ayer cerró a 3,42 euros– para hacerse con un mínimo de la mitad más una de las acciones. En una carta emitida por la empresa china, aclara que, con independencia de lo que suceda mañana en la Junta, seguirá actuando como un socio estratégico de EDP.