
El Ministerio para la Transición Ecológica se plantea limitar la compra de gas natural a Argelia. El departamento que dirige Teresa Ribera lanzó una consulta pública para modificar el Real Decreto 1716/2014 por el que se regula la obligación de mantenimiento de existencias mínimas de seguridad, la diversificación de abastecimiento de gas natural y la corporación de reservas estratégicas de productos petrolíferos.
Transición Ecológica asegura en dicho documento que de forma recurrente en torno al 50% de los aprovisionamientos de gas proceden de Argelia "por lo que es preciso evaluar si esta circunstancia es susceptible de afectar negativamente a la seguridad de suministro y si los mecanismos actualmente existentes para mejorar la diversificación están correctamente articulados".
Entre los problemas que el Ministerio detecta figura que los aprovisionamientos de gas destinados al consumo nacional procedentes de un único país superan el 50% y los comercializadores y los consumidores directos de mercado que realicen aprovisionamientos por una cuota superior al 7% deberán diversificar su cartera, de forma que sus suministros provenientes del principal país suministrador sean inferiores al 50%, extremo que en la actualidad se cumple porque la firma que más gas argelino compra es Naturgy y el suministro de dicho país representa el 40% de su cartera.
Según el calendario que maneja el Gobierno, el 19 de octubre se tiene que haber aprobado la transposición de esta Directiva de ejecución 2018/1581 y aunque no hay exigencias en este sentido por parte de la Comisión Europea, el Ejecutivo debería resolver esta situación cuya resolución puede afectar a las relaciones diplomáticas de España con Argelia y Marruecos e influir en la decisión de ejercer la opción de compra de Medgaz por parte de Naturgy que ha puesto sobre la mesa Cepsa.
La gasista, por su parte, ya ha asegurado de forma pública que no considera necesario poner limitaciones a este problema puesto que nuestro país podría suministrarse plenamente simplemente con el acceso que otorgan las plantas de regasificación. Por ese motivo, para Naturgy el problema no sería una cuestión de riesgo de suministro sino de precio.
Naturgy negocia en estos momentos con Marruecos los peajes que tiene que afrontar para seguir transportando el gas argelino a través de sus gasoductos, al tiempo que estudia si ejerce esta opción de compra, lo que le otorga una mejor posición negociadora en estos momentos con el reino alauita y le da una oportunidad de posicionarse en dos de las principales conexiones de gas de Europa con el norte de África.
La gasista puede aprovechar que pese a que Mubadala Midstream decidió quedarse con la participación del 42% de Medgaz propiedad de Cepsa, por 500 millones de euros, la operación no se ha cerrado, porque Naturgy cuenta con un derecho de tanteo.
La venta a Carlyle
Cepsa señalaba que la venta de este activo, considerado no esencial, estaba previsto que se cerrase, una vez cumplidas todas las condiciones y consentimientos, antes del 31 de marzo de 2019, pero nada se ha dicho al respecto sobre el cierre. El importe de la venta se iba a destinar íntegramente a reducir la deuda de la petrolera, que asciende a 3.000 millones de euros, y a mejorar su ratio de apalancamiento, con lo que se considera una parte necesaria para poder cerrar el acuerdo de entrada de Carlyle en el capital de la misma.
La venta a Mubadala se produce en un momento de tensión entre Argelia y Marruecos, ya que el acuerdo para transportar el gas argelino a través de reino alauita sigue sin firmarse, mientras Argel está preparando una conexión para poder mejorar su capacidad de salida de este gas, tanto a través del gasoducto de Magreb como del propio Med-gaz, a lo que Rabat responde conectando al recorrido marroquí sus pozos del sur del país.
Medgaz se encuentra ahora, además, en pleno proceso de crecimiento. La compañía está instalando un nuevo turbocompresor que permitirá elevar su capacidad de transporte desde los 8 bcm actuales hasta los 10 bcm. Ya estudia, además, duplicar la capacidad hasta los 16 bcm a partir de 2020, lo que supondrá un proceso de inversión considerable y previsiblemente ligado a la construcción de la interconexión gasista entre España y Francia.
Cepsa puso a la venta su participación en Medgaz en 2016 y recibió muestras de interés de siete jugadores, entre los que se encontraban grandes fondos internacionales, hasta algunos importantes operadores industriales. Fuentes del sector valoraban entonces la operación entre los 350 millones y los 500 millones de euros. Entre los candidatos que mostraron interés al Santander, banco asesor, estuvieron el canadiense Borealis, el australiano IFM, los japoneses Marubeni y Toho Gas, los estadounidenses First Reserve y GIP, así como Enagás y Fluxys o el italiano Snam, gestor y propietario de otro gasoducto que une Argelia con el país transalpino, pero ningunas de las ofertas alcanzó los 500 millones que deseaba el vendedor.
Medgaz, la sociedad propietaria del gasoducto entre España y Argelia, obtuvo un beneficio de 78,33 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento del 3% respecto a los 76,08 millones de euros de 2016.Esta ganancia se dedicará íntegramente al reparto de dividendos entre los tres socios de la infraestructura, a razón de 32,96 millones para Cepsa, por su participación del 42,09% en el capital de Medgaz, 11,71 millones para Naturgy, por su 14,95%, y 33,65 millones para la argelina Sonatrach por su 42,96%.
Por otro lado, Naturgy y Sonatrach cerraron en junio del año pasado el mayor contrato de compra de gas de España, que supone el 30% del abastecimiento de nuestro país. Ambas compañías han firmado un acuerdo que supone la venta de 9 bcm anuales hasta el año 2030 en los dos contratos que hay actualmente en vigor (Sagane 1 y 2), lo que representa el 40% del abastecimiento global que tiene firmado la gasista española.
Según estimaciones, el contrato estaría valorado en 34.560 millones de euros, ya que a precios de mercado 1 bcm se paga a unos 320 millones. Dentro de este acuerdo no figura la ampliación del contrato ligado a Medgaz, que se está también negociando en estos momentos por las partes que lo forman y que está pendiente del posible cambio accionarial que está impulsando Cepsa, así como de los problemas internos que atraviesa en este momento el país, con la salida del presidente Bouteflika.
Naturgy fue uno de los primeros operadores mundiales en apostar por el suministro de gas argelino y, en este momento, es uno de los dos principales clientes de Sonatrach a nivel mundial. La gasista sigue negociando renovar el peaje para el tránsito de gas a través de Marruecos para el que se están planteando contratos revisables por periodos más cortos de tiempo, entre dos y cinco años.