Empresas y finanzas

Michael Liebreich: "En dos décadas, el transporte será eléctrico en distancias menores de 300 kilómetros"

Foto: Archivo

Michael Liebreich, fundador de la consultora Bloomberg New Energy Finance, aterrizó en Madrid invitado por la Fundación Naturgy para inaugurar el primero de sus debates públicos de alto nivel sobre las condiciones económicas, técnicas y científicas que se vislumbran en el futuro del sector energético, denominados Energy Prospectives. Liebreich, conferenciante de éxito y persona habituada a tratar con la prensa, respondió a las preguntas de elEconomista en la sede del IESE.

¿Cree que alcanzaremos los objetivos del Acuerdo de París?

Sí, soy optimista con el objetivo de evitar un calentamiento superior a los 2 grados al final del presente siglo, pero no en el más ambicioso de 1,5 grados.

Pero en alguna ocasión ha dicho que harían falta 400 años.

Eso depende de cómo definamos los compromisos de París. París se refiere a una economía de carbono cero para la segunda mitad de siglo y no vamos hacia eso, ni de broma. Pero creo que los objetivos de 2025 y 2030 sí vamos a alcanzarlos.

¿Y usted que haría para cumplir?

Necesitamos una combinación de innovación y regulación, con política industrial y educación, e incluyendo las externalidades en la ecuación de precio de los bienes y servicios mediante las emisiones de CO2, pero solo con ellas no basta.

¿Habrá un mercado global de CO2?

Nunca.

¿Por qué?

Los economistas dicen que lo más eficiente es un precio global, pero las soluciones que necesitamos varían: reforestación, renovables, eficiencia energética, captura y confinamiento de carbono... Cada una tiene su coste, cada una debe atraer inversión y no tiene sentido basar su desarrollo ni en un único precio ni en un único mercado de CO2; debe haber múltiples precios y mercados, según geografía y sector.

En la transición energética habrá ganadores y perdedores y la población ya da muestras de fatiga. ¿Cómo abordar este problema?

Los negocios que emiten mucho carbono van a tener problemas y sus empleados también. Sin trivializar, eso ya ha sucedido con el paso de la telefonía analógica a la digital. Nuestras economías, si son flexibles e innovadoras, crearán nuevos empleos, a pesar de la robótica y de la automatización. Además, ni siquiera está claro que los costes sean mayores, porque la externalización de los combustibles fósiles se reflejan en las infraestructuras, en la salud, en el clima...

¿Y la confianza de la gente?

La gente ha perdido la confianza porque no la hemos tratado como adultos; ya no confía en los mensajeros y hay una industria incumbente y dominante, con sus propios intereses, que dice que será caro. Hay que explicar que estamos invirtiendo en tecnología para conseguir un futuro más barato y más sano.

Es muy crítico con las previsiones de las agencias internacionales...

Porque han hecho muy malas proyecciones sobre las fuentes energéticas, renovables o fósiles, y no creo que sus previsiones actuales sean buenas. ¿De qué sirve un escenario basado en que no haya cambios políticos? El mundo cambia y la política cambia, y creo que de nada sirve extrapolar la política actual; eso solo induce a error a los políticos, a los empresarios, a los usuarios...

¿Y cuáles son sus previsiones?

Hay que ser realista; es absurdo defender que en 2030 todo será renovable. Se equivocan los que dicen que vamos muy despacio y también los que dicen que será facilísimo. Cada vez habrá más energía limpia y más eficiencia, pero los combustibles fósiles van a tener un papel importante durante décadas.

¿Qué papel asigna a los combustibles fósiles en los años venideros?

El carbón será el primero en irse, incluso en Asia: las previsiones oficiales dicen que, por ejemplo, va a crecer en India, pero va a bajar. El gas durará más; es mucho más sostenible, porque emite menos carbono, y se usará en calefacción, en la industria y en el sistema eléctrico, por su flexibilidad; pero no me gusta que lo propongan como puente: un puente se cruza, y el gas convergerá con la transición. Y el petróleo... Vamos a electrificar todo el transporte de menos de 300 ó 400 kilómetros en las próximas dos décadas, incluyendo el aéreo, y esto limitará la demanda de crudo para 2020 o para 2030, siendo conservadores.

¿Qué espera de la generación distribuida y el autoconsumo?

Es muy importante, pero no vamos a ver que la gente se desconecte de la red por sus paneles solares. Eso sí, en 15 años no se construirán edificios sin paneles, ni baterías ni enchufes para coches eléctricos.

¿Cómo ve a España en la transición?

España, antes de 2008, estaba en el pelotón de cabeza, con mucha innovación y compromiso, pero cometió errores, como subvencionar en exceso la energía solar y hacer un cambio retroactivo. Creo que está recuperando su puesto en cabeza, y cuenta con abundantes recursos naturales y unas empresas muy bien posicionadas por su conocimiento.

Visita España invitado por la Fundación Naturgy ¿Qué opina de la empresa?

No puedo hablar en detalle, pero ha cambiado su posicionamiento histórico y está dedicando recursos a las renovables. Debemos tener cuidado en esta transición y no demonizar a las empresas que se dedican a los combustibles fósiles, porque no vamos a cambiar de la noche a la mañana; necesitamos que estas compañías se involucren y Naturgy creo que lo está haciendo.

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