
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha declarado estar "enfadado" con el banco británico Royal Bank of Scotland (RBS), que hoy ha anunciado que sus pérdidas podrían alcanzar los 30.000 millones de euros. "Sí, estoy enfadado por lo que ha pasado en RBS", afirmó el mandatario británico, para quien las pérdidas millonarias de la entidad son fruto de decisiones "irresponsables". Reino Unido presenta un segundo plan de rescate bancario: 110.000 millones.
En palabras de Brown, los británicos tienen derecho a estar furiosos con el comportamiento "irresponsable" de RBS (RBS.LO), que el pasado año gastó millones en la compra de ABN Amro, un banco fuertemente afectado por la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos.
Malas inversiones
"Ahora sabemos que fue mucho lo que perdió por las hipotecas subprime y también sabemos que parte de eso estaba relacionado con la compra de ABN Amro", manifestó el mandatario británico. "Esas pérdidas fueron causadas por decisiones sobre inversiones internacionales que fueron, claramente, malas inversiones", añadió en declaraciones recogidas por el diario The Times.
Mientras, las acciones del banco se han llegado a desplomar hasta un 70% en la bolsa londinense, ante los temores de que el Gobierno británico decida nacionalizar por completo la entidad, como ya sucedió con Northern Rock.
Por ahora, Brown no ha querido comentar nada acerca de esta posibilidad. El Ejecutivo de Reino Unido se ha limitado a anunciar que ampliará su participación en el banco, que ascenderá al 70% del capital, como parte de su nuevo programa de ayudas al sector financiero.