Empresas y finanzas

Hastings (KPMG): "Hemos pasado de un gobierno dictatorial de las compañías a otro participativo y abierto"

  • "El nuevo liderazgo de las empresas traerá modelos de negocio sostenibles"
Foto: Archivo

En un mundo que ha cambiado de forma radical en los últimos 20 años, las compañías no se han quedado atrás. Más que una opción, es ya una obligación atender a los mecanismos que permitan un crecimiento y una inversión sostenible y generosa con el entorno que rodea a las empresas. Una exigencia que ha calado entre los altos ejecutivos y que, lejos de ser una inversión a fondo perdido, redunda en fuertes beneficios para las organizaciones.

Michael Hastings, jefe global de RSC de KPMG y miembro de la Cámara de los Lores de Reino Unido, es uno de los mayores expertos en la materia. Estuvo en Madrid para participar en un foro de Responsabilidad Social Corporativa internacional y se muestra optimista tras los cambios introducidos por las compañías en los últimos años.

¿Por qué es importante la Responsabilidad Social Corporativa para las empresas?

Las compañías están hechas por y para la gente. Esa gente tiene ahora muchas inquietudes sobre todo lo que les rodea, como, por ejemplo, el medio ambiente, la sociedad, su comunidad o su salud. Esto es lo que ahora importa a la gente ordinaria y las compañías tienen que estar preparadas para poder satisfacer sus inquietudes de la mejor forma posible.

¿Las compañías se involucran más ahora que antes en esta materia?

El cambio de mentalidad ha sido enorme en los últimos años. Todo el mundo quiere añadir a sus acciones un valor positivo para la sociedad. En KPMG creemos que las empresas tienen que estar muy involucradas en esta transformación social que ya se ha producido. Trabajamos para hacer empresas más generosas con lo que les rodea y mejoren la calidad de sus comunidades y el medio ambiente.

¿Es cierto que la inversión en RSC también puede redundar en beneficios en la cuenta de resultados?

Claro. Estas personas que de las que hablamos, que tienen estas inquietudes, también son los propios empleados. Es muy importante y a todo el mundo le interesa tener a los trabajadores contentos, lo que más tarde redundará en beneficio para la compañía. Es cierto que todavía muchas piensan en alcanzar sus objetivos de rentabilidad, pero cada vez más utilizan todas sus herramientas a su alcance para mejorar todo lo que les rodea. Y esto, sin duda, también llega a la cuenta de resultados en forma de beneficios a final de año.

¿Han cambiado mucho los consejos de administración en los últimos años?

Las mesas de los consejos se han renovado con un nuevo tipo de consejeros, que han traído aire fresco y un cambio de mentalidad empresarial. Las nuevas habilidades que se piden ahora a los miembros del consejo de administración son la comunicación, la negociación, la inteligencia emocional y la creatividad. Antes este tipo de perfiles era algo que, aunque estaba buscado, no era esencial. Ahora son cualidades capitales para una persona que quiera entar en un consejo de administración.

¿Esto ha supuesto un cambio en la forma de dirigir las compañías?

Es una revolución. Hemos pasado de un modelo dictatorial en las empresas a otro mucho más participativo, en el que se crean sinergias y se discuten todas las acciones que se deben tomar en su seno. Soy muy optimista para el futuro, porque es un nuevo liderazgo que traerá un gobierno de las compañías mucho mejor y más abierto que el anterior.

¿Cuál ha sido el motor de estos profundos cambios?

Han venido motivados por el cambio que ha experimentado la sociedad en los últimos años. Las personas cada vez muestran más preocupación por el mundo que les rodea. En los últimos años, ha habido un aumento masivo en la preocupación de la opinión pública por el medioamiente. Es algo que lo hemos visto en los últimos tiempos con el asunto de los plásticos. Antes todo el mundo utilizábamos estos envases de usar y tirar, sin preocuparnos por nada. Ahora, hay una corriente mayoritaria que está de acuerdo en que esto es una locura, que no se puede permitir.

¿Se puede decir que esto es imparable y las empresas están obligadadas a considerar la RSC?

La sociedad es la que está exigiendo cambios. Hay que poner, por un lado, las preocupaciones de la opinión pública y, por otro, la necesidad de hacer negocio de las empresas. Si juntamos estas dos premisas, conseguiremos unos modelos de negocio sostenibles para el futuro.

¿A qué se enfrentan las empresas tras estas nuevas exigencias?

Los negocios a nivel mundial y las compañías se enfrentan a un profundo cambio de paradigma, donde ya no rigen las reglas del pasado a nivel reputacional. Hemos pasado de una mentalidad de corrección a otra de prevención. Ya no basta solo con arreglar situaciones provocadas por diversos motivos. Ahora se exige que no lleguen a suceder, en ningún caso.

¿Qué recomendaciones hace a los consejos de administración?

Es un nuevo estilo de vida. No hay que esperar a que suceda algo para arreglarlo. Las empresas deben tener siempre presentes estas materias y estudiar sus impactos cada vez que realicen negocios. Con la profunda transformación que ha sufrido la sociedad, ahora no basta solo con lo de antes. Las compañías tienen que asumir que tienen un rol muy importante en todos estos cambios y deben ser capaces de conducirlos hacia estas reivindicaciones y tomar decisiones responsables en materia social.

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