Mediapro y Prensa Ibérica se disputan el control del Grupo Zeta con un cruce de ofertas que está convirtiendo las negociaciones en un verdadero choque entre David y Goliat. Tras el principio de acuerdo que la editora de Javier Moll alcanzó con la banca la semana pasada para hacerse con "gran parte de la deuda" de la dueña de El Periódico de Cataluña, la productora de Jaume Roures irrumpió de lleno en las negociaciones.
La filial de Imagina envió hace unos días una carta a las entidades acreedoras en la que mejoraba la oferta de su competidor, que habría pactado una quita del 67%. Así, Roures se ha ofrecido a afrontar el pago de 40 millones de la deuda del Grupo Zeta, que alcanza los 91,7 millones, lo que implica una quita del 57%.
Tras el intercambio de misivas parece que las entidades financieras han pedido a Prensa Ibérica que suba la oferta, un extremo sobre el que el grupo no se ha pronunciado. La versión oficial es que "todo sigue igual". Es decir, con el acuerdo de opción de compra de la deuda vigente y las negociaciones abiertas. Por su parte, fuentes de Mediapro aseguran que "no hay novedades" en torno a la contraoferta aunque "explorarán todas las opciones", entre las que no se descarta la vía judicial.
Así, pese al paso adelante dado por Prensa Ibérica para hacerse con el Grupo Zeta, todavía no hay nada cerrado y Mediapro, que es diez veces más grande, tiene opciones para hacerse con su control. La pugna por la editora de Antonio Asensio ha llevado así a la dueña de la Nueva España a enfrentarse con un gigante del mundo audiovisual, cuya primera aventura periodistica naufragó (Público). Y es que, pese a tener una mayor deuda, Imagina, la matriz de Mediapro, tiene un mayor músculo financiero para afrontar la compra de la dueña de El Periódico con mejores condiciones para la banca.
Así, mientras Prensa Ibérica es una empresa con 1.869 empleados y unos ingresos de unos 160 millones de euros (datos de 2017), Imagina factura más de 1.600 millones al año con la venta de los derechos del fútbol y la producción audiovisual en gran parte del mundo y tiene una plantilla de más de 5.000 personas.

En este sentido, mientras Prensa Ibérica logró salir de pérdidas en 2017 (ganó 1,9 millones) tras ajustar los gastos laborales un 4,12% y compensar la caída de los ingresos del 2,4%, Imagina creció a doble dígito. La firma fundada por Jaume Roures ganó 127,8 millones de euros, un 10,3% más que en 2016, y redujo su deuda bancaria un 9,4% hasta los 244 millones de euros, lo que la sitúa en 1,7 veces el resultado de explotación. Aunque Prensa Ibérica solo debe a los bancos unos 12 millones de euros, esta deuda representa 4,4 veces su resultado de explotación, y tiene deudas con proveedores de 20 millones.
Además de la buena marcha del negocio de Mediapro, en junio de 2018 ha cerrado la entrada en su capital de gigante chino Orient Hontai, por unos 1.000 millones de euros, con lo que el grupo tiene ahora un accionista muy fuerte financieramente hablando. Así las cosas, parece que el grupo de Moll, que se dedica a la edición de diarios regionales como el Diari de Girona o El Faro de Vigo, lo puede tener difícil para mejorar la oferta de gigante Mediapro. En este punto, hay señalar que hay muchos intereses políticos detrás de esta operación y que ERC ha maniobrado en alguna ocasión para desbloquear la venta y que recaiga en manos de Mediapro.
Una vez se resuelva la guerra de ofertas con la banca y el acreedor, el siguiente paso será cerrar los flecos de la operación con el presidente del grupo editorial, Antonio Asensio, que había llegado a pedir un bonus de 15 millones para vender.
Zeta lleva meses vendiendo el grupo a trozos y clausurando divisiones para reducir pérdidas y amortizar deuda. Así, tras el cierre de las revistas Interviú y Tiempo, el grupo culminó en julio de 2017 la venta de los sellos de Ediciones B en España y América Latina a Penguin Random House, una de las editoriales más importantes del mundo, perteneciente a Bertelsmann.