
El volumen de energía demandada por los consumidores directos de electricidad se ha duplicado en el último año, alcanzando el 1,5% del total nacional y evitando el pago de unos 3 millones de euros a los municipios y al resto de consumidores, porque no abonan ciertas tasas municipales, ni contribuyen a financiar el Bono social ni el Fondo Nacional de Eficiencia Energética.
Un consumidor directo de energía es aquel que adquiere la electricidad directamente en el mercado mayorista -también conocido como pool-, prescindiendo de los servicios de una comercializadora, tras acreditarse ante el Operador del mercado (Omie) y ante el Operador del sistema (REE).
Con ello asume el riesgo de la oscilación de los precios del mercado -incluidos los desvíos- y debe aplicarse en la gestión de la actividad -ofertas, facturas, garantías-, de modo que sólo resulta interesante para grandes empresas o entidades con consumos mayores de 4 GWh anuales.
Ahorro de 1 euro por MWh
A cambio, los consumidores directos no están sujetos a las obligaciones de las comercializadoras de contribuir al pago del Bono social ni al Fondo Nacionol de Eficiencia Energética, y tampoco pagan la tasa municipal que ingresan los ayuntamientos por el suministro de energía en su localidad, que equivale al 1,5% de la facturación total, excluyendo el peaje de acceso. Para un consumidor directo de gran tamaño, acogido a las tarifas de alta tensión 6x, el ahorro obtenido puede llegar a ser de 1 euro por MWh.
Ahora bien, la CNMC alerta de que la legislación permite que los consumidores directos no operen en el pool por sí mismos, sino que les preste el servicio un agente del mercado, ya sea una comercializadora que ejerza de representante u otro sujeto representante.
El regulador advierte que la situación está provocando la proliferación de consumidores directos -tiene registrados unos 300 en la actualidad- y anuncia que su demanda de energía se ha duplicado en el último año, alcanzando el 1,5% del total. La situación, que considera "incoherente", se traduce, según comenta a elEconomista, en una reducción de su aportación al conjunto del sistema de 3 millones de euros al año.
Para evitar tratos discriminatorios, la CNMC plantea la extensión de las obligaciones de pago a toda la demanda, con independencia de cómo se accede al pool a comprar la electricidad.