
El Ministerio de Fomento arrancará el plan de colaboración público-privada de carreteras con dos proyectos en Murcia que tendrán una inversión de alrededor de 400 millones de euros y analiza incluir dos o tres contratos más este mismo año que se ubican en Valencia y Castilla y León.
De este modo, el equipo del ministro José Luis Ábalos planea sacar a licitación en 2019 un máximo de cinco iniciativas dentro de este programa que alcanzarían un volumen de inversión de entre 1.000 y 1.200 millones de euros, según explican fuentes ministeriales. En paralelo, trabaja en la definición del pliego de contratación. Entre las últimas novedades figura la limitación al 0,5% anual de las proyecciones de crecimiento del tráfico que pueden incluir las ofertas, de acuerdo con fuentes conocedoras.
Fomento ya ha sacado a información pública el estudio de viabilidad del primer proyecto que formará parte del reformulado Plan Especial de Carreteras (heredero del Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras -PIC). Se trata de la concesión de obras para la ejecución, conservación y explotación de la Autovía A-7 entre Alhama y Murcia y la Autovía MU-30 en Alcantarilla, en la Región de Murcia. El Ministerio prevé que licitarlo "en dos o tres meses".
Las obras implican el tramo A del Arco Norte de Murcia (autovía de circunvalación de nuevo trazado), el tercer carril de la autovía A-7 entre Alhama de Murcia y Alcantarilla y el tercer carril de la Autovía MU-30 entre su enlace con la A-7 y el de la MU-31. Los tramos suman una longitud de 38,4 kilómetros y el presupuesto de licitación de las obras asciende a 215,13 millones de euros.
Según las fuentes consultadas, la pretensión de Fomento es sacar en próximas fechas a información pública el estudio de viabilidad de un segundo proyecto en Murcia, la Autovía A-7 Crevillente (Alicante)-Murcia, que incluye un tercer carril en la A-7 Crevillente-Orihuela, entre Orihuela y Monteagudo y el Arco Norte B de Murcia. El importe estimado de este proyecto se eleva al entorno de los 200 millones.
Estos contratos se sumarán a los que el Ministerio licitará a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para la construcción del Arco Noroeste -tres contratos con un presupuesto de 178,4 millones de euros- y la culminación de la A-33 entre Yecla (Murcia) y Caudete (Albacete) por 126,5 millones. Todos ellos son con los que el exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, pretendía arrancar el PIC en junio del año pasado al encontrarse en un estado más avanzado que otros proyectos.
1.000 millones más en 2020
Al margen de los dos contratos de Murcia, el objetivo de Ábalos es implementar este año otros dos o tres proyectos a través del plan de colaboración público-privada, si bien las decisiones finales dependerán de los tiempos necesarios en cada caso para su licitación.
El Ministerio tiene al menos tres iniciativas en la hoja de ruta para incluirlos dentro de este programa este año. Dos de ellos se ubican en Castilla y León y uno en Valencia. De poder sacar adelante los tres, la cifra total del plan para 2019 podría acercarse a los 1.200 millones.
En concreto, el Ministerio estudia la inclusión de la ampliación de la A-73 entre Burgos y Aguilar de Campoo. Este proyecto ya estaba planificado por el anterior Gobierno con un presupuesto sólo de obra de 447 millones de euros, lo que le convertía en uno de los más importantes. Asimismo, tiene en el punto de mira la ampliación de la A-11 Autovía del Duero entre Zamora y la frontera portuguesa. En el PIC original la inversión en construcción superaba los 305 millones.
Por su parte, Fomento sopesa licitar dentro del plan privado la duplicación del bypass de Valencia, con una inversión de 288,5 millones de euros. Recientemente ha obtenido la declaración de impacto ambiental.
Además de los 1.000-1.200 millones para este año, el Ministerio ya ha anunciado que su previsión es licitar al menos 1.000 millones más dentro de este plan en 2020.
El nuevo PIC se regirá por un sistema de pago por disponibilidad -sin peajes para los usuarios- a través de una tarifa mensual que se verá afectada por indicadores de demanda, seguridad vial, estado de la infraestructura y calidad del servicio prestado a los usuarios.
Respecto al indicador de tráfico, las empresas que pujen por los proyectos asumirán un crecimiento constante anual del 0,5% durante la fase de mantenimiento. Con ello, Fomento establece un porcentaje y evita que en las ofertas las constructoras puedan incluir proyecciones de demanda que el tiempo demuestre excesivas, como ha ocurrido en el pasado con las autovías de primera de generación o con las autopistas de peaje quebradas.