Más carga de trabajo y con una retribución adecuada. Estas son las dos principales reinvidicaciones que el sector de la ingeniería lanza al Gobierno después de un 2018 en el que "registramos las peores cifras que se recuerdan", alerta Luis Villarroya, en su primera entrevista como presidente de Tecniberia desde su nombramiento en septiembre pasado en sustitución de Juan Lema. "Nos hemos vuelto a equivocar porque en 2017 dijimos que no podía ir peor", lamenta.
Se refiere a la evolución del negocio en España, donde la facturación de las empresas de la patronal, que abarcan el 90 por ciento del total del sector, se estancó en 1.000 millones de euros, según sus datos provisionales. Este importe contrasta con los 5.600 millones de 2008. "El mercado en España ha desaparecido", se queja Villarroya. En el caso de las contrataciones de servicios de ingenería y consultoría de la Administración General del Estado, los datos arrojan un descenso del 42,2 por ciento, al pasar de 545 millones en 2017 a 315 millones en 2018. Una caída que puede repercutir en la cifra de negocio de 2019 "si no cambia la tendencia", explica.
"Pensábamos que iba a ser mejor y no lo ha sido", se lamenta. ""2018 ha sido la gota que ha colmado el vaso", abunda. No en vano, esta situación tuvo de nuevo consecuencias en el empleo y en el tejido empresarial. "En 2018 ha habido más cierres de empresas y más destrucción de empleo", advierte el presidente de Tecniberia. Al descenso de los contratos, las ingenierías han sumado un problema adicional de tesorería ante las "mayores exigencias por parte de los bancos para conceder créditos y avales".
El tercer elemento es la prevalencia de Ineco como contratista del Estado. En 2017, la ingeniería pública facturó 220 millones de euros, mientras que todo el sector privado se adjudicó contratos por 545 millones. "Nos quejamos de los prescriptores (Grupo Fomento) y no de Ineco , a quien consideramos un asociado más de Tecniberia", señala Villarroya.
El empresario -es presidente y consejero delegado de Eptisa- considera que el sector "ha tocado suelo en 2018 porque la mayor parte de las empresas tienen los deberes muy hechos". A este respecto, la internacionalización ha sido el salvavidas de muchas de ellas. De hecho, de los 4.450 millones que facturó el sector el año pasado, 3.450 millones corresponden al exterior, un 3 por ciento más. No obstante, el salto fuera de España resulta imposible "si no tenemos referencias en el mercado nacional y en los últimos cinco años no ha habido obras significativas", avisa.
Demandas al Gobierno
Para que 2019 sirva de punto de inflexión Tecniberia reclama al Gobierno un impulso de la licitación y la contratación de proyectos de ingeniería. A este respecto, Villarroya incide en la necesidad de "invertir en infraestructuras de agua para que dejen de multarnos desde Europa". Asimismo, demanda a la Administración que "pague mejor", en un entorno en el que las bajas se sitúan en el entorno del 35 por ciento. "Necesitamos más carga de trabajo y mejores precios", insiste.
Además, la patronal de las ingenierías pide al Ejecutivo que "nos ayude con la diplomacia comercial, a través del Icex, para conseguir beneficios fiscales para la exportación" y que "favorezca la financiación" con la creación de instrumentos, más allá del Cesce, que otorguen líneas de avales. Por último, reclama al Ministerio de Fomento que "limite la competencia de las empresas públicas en el exterior".