Repsol acaba de anotarse un importante éxito exploratorio. La petrolera, que preside Antonio Brufau, acaba de cerrar los primeros trabajos de la campaña invernal 2018-2019 en Alaska, que han confirmado la presencia de hidrocarburos en la parte sur de la unidad Pikka, donde se ha completado el primer pozo de delineación, conocido como Pikka-B. Los trabajos exploratorios empezaron el 31 de diciembre, con el objetivo de conocer las características del yacimiento y el resultado ha sido excepcional.
El consorcio encargado de las operaciones, en el que participa Repsol con un 49%, ha alcanzado hidrocarburos a una profundidad de 1.200 metros en la formación Nanushuk, una de las de mayor potencial de la prolífica zona de North Slope.
El resto del consorcio está formado por Oil Search, operador (25,5%); Armstrong Energy, que cuenta con un 19,1%; y GMT Exploration (6,4%).
Este resultado positivo viene a sumarse a los éxitos de la campaña invernal de 2016-2017, en la que los pozos Horseshoe-1 y Horseshoe-1A confirmaron que la formación Nanushuk se extiende 32 kilómetros más allá de Pikka, confirmando el valor de dicha formación y el gran potencial del proyecto con un potencia de 120.000 barriles diarios. Se estima que los recursos contingentes identificados en la formación Nanushuk alcancen aproximadamente 1.200 millones de barriles recuperables de crudo ligero, datos que lo convierten en el mayor descubrimiento convencional de hidrocarburos logrado en los últimos 30 años en suelo de Estados Unidos.
El inicio de la producción está planificado para 2023, una vez se terminen los trabajos de delineación y desarrollo necesarios para su puesta en marcha. La campaña de invierno 2018-2019 se completará con otro pozo de delineación, Pikka-C, cuyo inicio está previsto para finales de enero y para el que ya se están terminando los trabajos previos de acceso. En Alaska solo se pueden llevar a cabo trabajos exploratorios, como los propios de un sondeo de delineación, entre los meses de noviembre y abril, cuando el terreno se congela.
Repsol lleva explorando activamente en Alaska desde 2008 y desde 2011 la compañía ha realizado múltiples descubrimientos en la zona de North Slope. Las distintas campañas en esta área, que se consideraba madura, pusieron de manifiesto un significativo nuevo potencial.
Además, las infraestructuras existentes en Alaska permitirán que los recursos se desarrollen con mayor eficiencia. La petrolera ha conseguido hacerse este mismo año con 12 nuevos bloques en un área cercana a Pikka, tal y como adelantó elEconomista.