Empresas y finanzas

El amor pone en peligro L'Oréal

Liliane Bettencourt, primer accionista de L'Oréal

La justicia francesa se pronuncia este mes sobre las fabulosas donaciones que Liliane Bettencourt, primer accionista de L'Oréal y la mujer más rica del mundo con un patrimonio valorado en unos 17.000 millones de euros, efectuó durante años a un amigo artista.

Dar alas al talento es el lema de la fundación presidida por Liliane Bettencourt. Una institución benéfica que distribuye anualmente entre 10 y 12 millones de euros para recompensar proyectos científicos, culturales y sociales en los que merece la pena invertir. Pero en su vida privada, por lo visto, la mujer más rica del mundo -con un patrimonio valorado en unos 17.000 millones de euros gracias a los beneficios que le reporta ser primer accionista del imperio de la cosmética L'Oréal- también sabe ser generosa. Demasiado, a gusto de su hija...

¿Cuáles son los motivos? La fiscalía francesa está a punto de pronunciarse sobre las donaciones, de un valor total cercano a los 1.000 millones de euros, que Liliane Bettencourt, de 86 años, ha efectuado a lo largo de toda una década en favor del fotógrafo, pintor y escritor François-Marie Banier. Françoise Bettencourt-Meyers, que fue quien denunció el asunto hace ya un año, teme que su madre no esté del todo en sus cabales y que el beneficiario, un viejo amigo de la familia, se haya aprovechado de ella.

Por degracia, esta historia no es sólo una versión chic de un culebrón a lo Dallas. Liliane Bettencourt, hija única del fundador de L'Oréal, Eugène Schueller, controla cerca del 30 por ciento de la multinacional de la belleza y ha hecho todo lo posible para que siga teniendo la nacionalidad francesa.

El grupo suizo Nestlé posee un 28,9 por ciento y no oculta su deseo de ir a más, que podría concretarse en abril de este año, cuando expire el pacto entre los dos principales accionistas, si la participación de los Bettencourt se desmigaja.

Un dandy en París

Banier, de 61 años, es un conocido dandy parisiense, un hombre culto, divertido, tan cínico como encantador, y muy bien relacionado. Siempre lo ha sido ,ya que en los años setenta era conocido como "el chico de oro de París". Nunca le han faltado amistades ni protectores en la alta sociedad, entre los intelectuales o en el mundo del espectáculo. Entre sus amigos más famosos se encuentran la princesa Carolina de Mónaco, el diseñador Pierre Cardin y la pareja formada por Vanessa Paradis y Johnny Deep. Liliane Bettencourt y su esposo, André, ex ministro de los presidentes René Coty, Charles de Gaulle y Georges Pompidou, le conocieron en los años 80 y se aficionaron a su entretenida compañía.

Con el tiempo, Banier se convirtió en amigo íntimo de la pareja y en el asiduo acompañante de la multimillonaria, aunque es del dominio público que su interés por las mujeres es limitado.Ycuando André Bettencourt falleció en noviembre de 2007, también se ocupó de consolar y seguir distrayendo a la viuda.

Para entonces, según el recuento de la Brigada financiera,
Liliane Bettencourt, cuya fortuna se eleva a unos 17.000 millones de euros, según la revista Forbes, ya le había hecho beneficiario de siete seguros de vida por cantidades fabulosas.

El dandy había adquirido además varios inmuebles en París y una finca en el sur de Francia gracias al generoso patrocinio económico de su amiga, que también le ha regalado una docena de obras de arte de grandes maestros como Picasso, Matisse o Mondrian.

Consulte la información completa en la edición de fin de semana de diario elEconomista.

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