
La Denominación de Origen Ribera del Duero cerró el pasado año con un descenso del 18,8 por ciento en las ventas, según los datos del Consejo Regulador, que preside Enrique Pascual.
Así, de las 97.815.692 de contraetiquetas que adquirieron las bodegas para poder comercializar sus vinos bajo el sello de la Denominación de Origen, se ha pasado a 79. 409.172 durante el ejercicio recién concluido.
Este registro es el peor de los últimos cinco años, ya que solamente en 2013 la denominación comercializó menos vino que el pasado año, en concreto 79.394.391 de botellas.
Según fuentes del sector, la principal causa de la fuerte caída de las ventas ha sido la notable disminución de la recolección de uva que se registró en la vendimia de 2017, año en el que las heladas de primavera redujeron de forma sensible la cosecha del fruto y consecuentemente la producción de vino.
La producción más reducida en quince años
De hecho, la campaña de 2017 se saldó con una producción de 55 millones de kilos de uva, la más reducida de los últimos quince años y muy lejos de los 133 millones de kilos del año precedente.
La caída de las ventas refleja de forma clara este hecho ya que fueron los vinos jóvenes los que han perdido la mayor cuota de mercado.
El análisis por tipo de vino refleja el retroceso sufrido entre los caldos más jóvenes. En los Rosados se ha pasado de 2.032.323 distintivos entregados en 2017 a 958.000 en 2018, el 52,8% menos.
Respecto a los Genéricos, que engloban Tinto Joven y Joven Roble, los 69,25 millones de etiquetas de 2017 se han convertido en 53,7 en 2018, un 22,4% menos.
En los Crianza, Reserva y Gran Reserva, las variaciones no han sido apenas significativas, registrándose entre los primeros un retroceso del 8 por ciento y en los segundos incluso un ligero repunte.
Menor caída en Rueda
Las inclemencias meteorológicas han hecho mella también en la comercialización de vinos de otra de las grandes denominaciones de nuestro país. Aunque en menor medida, en Rueda también se han resentido las ventas, que se han reducido un 10, 25 por ciento desde las 91.258.655 botellas de 2017 hasta las 82.090.250 del año recién finalizado.
No obstante, el Consejo Regulador se muestra satisfecho con estas cifras, ya que la caída de la producción fue de un 23 por ciento. En este sentido, destacan que según el último informe realizado por la consultora AC Nielsen, 1 de cada 3 consumidores habituales de vino elige un blanco de Rueda.
En esta DO, el vino blanco aglutina el 99,79% de las contraetiquetas entregadas durante 2018 en esta denominación, con 81.921.339, de las que 60.750.966 corresponden a la variedad verdejo, embajadora principal de la DO Rueda.
Con estas cifras, el Consejo Regulador que preside Carmen San Martín no ha desaprovechado la ocasión de sacar pecho frente a Ribera del Duero y presumir de que las ventas del pasado año han permitido a la Denominación consolidarse como la primera de la Comunidad de Castilla y León en comercialización de vino.