
Desde su creación en el año 2010 como spin-off de Ibersuizas, Portobello ha sido la gestora de capital privado española que más se ha ido adelantando a las tendencias del mercado.
Esto se materializa ahora, según fuentes financieras, en la venta de un buen número de participadas adelantándose a una posible desaceleración de la economía española aprovechando también la enorme liquidez existente, tanto por parte de los fondos españoles como por parte de los fondos internacionales.
En este sentido, la compañía dirigida por Íñigo Sánchez-Asiaín, Juan Luis Ramírez, Ramón Cerdeiras, Luis Peñarrocha y Carlos Dolz ha colgado el cartel de "se vende" en tres de sus participadas: Iberconsa, la segunda mayor pesquera española; The Ice Cream Factory, el negocio de helados de la antigua Avidesa; y Vivanta, sus clínicas dentales.
En el caso de Iberconsa, era uno de los procesos más esperados y se acerca a su recta final, tras haber despertado el interés de numerosos inversores desde que pusieron en marcha el proceso -coordinado por EY y Nomura- la pasada primavera. A falta de atar algún fleco, todo apunta a que se cerrará en los próximos días, según las mismas fuentes financieras, y le otorgará importantes plusvalías: cuando entró en 2015, la compañía se valoró en 150 millones de euros, frente a los más de 600 millones en los que se valora actualmente.
Anticipación al mercado
En este sentido, esta gestora ha sido una de las que mejor ha sabido vender sus compañías junto con Magnum Capital, ya que ambas han obtenido importantes beneficios tras invertir en sectores que posteriormente se han puesto de moda en la industria, como por ejemplo en el negocio geriátrico. Así, la gestora fundada por Ángel Corcóstegui, Joao Talone y Enrique de Leyva vendió Geriatros en el verano de 2015 a Pai Partners por unos 300 millones de euros, dando paso a una oleada de operaciones en este sector. Portobello, por su parte, se desprendió de la mayoría de Vitalia -quedándose con un 10 por ciento- al fondo británico CVC en marzo de 2017, apenas año y medio más tarde de entrar en su accionariado, valorando la compañía en más de 250 millones.
No obstante, a esta gestora española le ha ocurrido un caso similar en los últimos meses con su red de clínicas dentales. Vivanta, el conglomerado que creó hace poco más de un año y que la semana pasada adquirió LX en Portugal, ya está explorando nuevas opciones estratégicas ante el apetito inversor despertado recientemente, especialmente por parte de fondos de capital privado internacionales. Por ello, hace escasos meses contrató al banco de inversión Moelis. Previamente, Portobello también quiso sacar Grupo Uno -su participada dedicada a la logística- a principios de este año, pero puso el proceso en stand-by al considerar que podía obtener unas plusvalías mayores en un futuro. Frente a esto, y dado el boom en el sector de la alimentación, la gestora española también ha puesto recientemente a la venta The Ice Cream Factory -encargando a Arcano que busque compradores- en un proceso que todo apunta que será uno de los más competidos en los primeros meses de este año.
Gestora pionera
En cualquier caso, Portobello lleva años siendo uno de los fondos pioneros en el mercado español. Además de ser la gestora que levantó el mayor fondo tras la crisis al conseguir captar 600 millones en su último vehículo, también fue la primera que traspasó su cartera de participadas a un fondo secundario de Harbour Vest. Esta estrategia, muy común en el mercado anglosajón, todavía es poco frecuente en España. Siguiendo sus pasos, por ejemplo, la división de Private Equity de Alantra traspasó hace escasos meses tres de sus participadas más antiguas a un fondo de Partners Group.