Marguerite ha cerrado su segundo fondo por un importe de 745 millones de euros. Liderado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y otras cinco instituciones financieras públicas de Europa, entre las que se encuentra el Instituto de Crédito Oficial (ICO), Marguerite II, como su predecesor, focalizará sus inversiones en activos renovables, energía, transporte e infraestructuras digitales. El nuevo fondo contará además con la aportación de la firma de inversión británica Pantheon.
Con una vigencia de 10 años, que podría ampliarse en dos más, Marguerite II distribuirá sus inversiones dentro de los países de la Unión Europea (UE), con la posibilidad de que también lo haga en aquellos Estados que están en proceso de adhesión. Los proyectos tendrán que perseguir los mismos objetivos que el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), el denominado Plan Juncker. Es decir, focalizados en implementar políticas clave en las áreas de cambio climático, seguridad energética, agenda digital y redes transeuropeas. La hoja de ruta diseñada es que las inversiones se realicen en los cinco primeros años de vida.
De los 745 millones que ha conseguido levantar Marguerite para su segundo fondo, el BEI liderará la inyección de capital con 200 millones, de los que 100 millones están garantizados por el FEIE. Mientras, las cinco instituciones nacionales -además del ICO, el Bank Gospodarstwa Krajowego (BGK) polaco, la Caisse des Dépôts Group (CDC) francesa, la Cassa depositi e prestiti (CDP) de Italia y el Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW) alemán- se harán cargo de aproximadamente 100 millones cada una. En conjunto abarcan 705 millones, cuyo cierre se consumó en noviembre de 2017.
10.000 millones
Ahora, el fondo añade otros 40 millones, que incluyen los compromisos adquiridos por Pantheon. La relación de esta firma británica con Marguerite no es nueva. No en vano, a finales de 2017 adquirió el 45 por ciento de la Autovía de Arlanzón, el tramo de la A-1 entre Santo Tomé del Puerto (Segovia) y Burgos, de 146 kilómetros, a Marguerite, cuyo origen se remonta a 2009.
El primer fondo, Marguerite I, contaba con una capacidad de unos 700 millones de euros. Ha logrado financiar 20 proyectos en 12 Estados comunitarios, con unas inversiones asociadas superiores a los 10.000 millones de euros.
Así, ha respaldado iniciativas como parques eólicos en alta mar en Bélgica y Alemania, parques eólicos de interior en Suecia, centrales solares en Francia, plantas de biomasa en Portugal, una planta de recuperación de energía en Polonia, infraestructuras de transporte en Croacia, Irlanda, Italia y España, infraestructuras digitales en Francia e Italia, así como el apoyo a activos de transmisión y almacenamiento de gas en Letonia.