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Jacopo Buongiorno: "Hay que añadir fuentes de energía sin emisiones, no cerrar las que tenemos"

  • Director del Centro de Investigaciones Nucleares Avanzadas del MIT
Jacopo Buongiorno, director del Centro de Investigaciones Nucleares Avanzadas del Massachusetts Institute of Technology.

Jacopo Buongiorno, profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ha pasado por España invitado por el Foro Nuclear para presentar el estudio The future of nuclear energy in a carbon-constrained world y conversa con elEconomista en un hotel de Madrid.

El Gobierno español quiere cerrar las plantas nucleares a los 40 años de vida útil. ¿Cuánto tiempo pueden operar estas centrales?

Si están bien operadas y bien mantenidas, y han sustituido componentes importantes, no sólo es posible, sino apropiado, prolongar su vida útil. En EEUU están pasando de 40 a 60 años y hay planes para extenderlas hasta los 80 años. Si superan las revisiones de seguridad y fiabilidad de la Autoridad nuclear, no veo impedimento alguno.

¿Qué le diría a nuestro Gobierno?

Mantenga las centrales operando y haga revisiones rigurosas sobre su seguridad y fiabilidad. Sería una medida sabia, porque tenemos un gran problema con el calentamiento global y la última cosa que se debe hacer es cerrar instalaciones que generan energía sin emitir carbono; hay que añadir fuentes sin emisiones, no cerrar las que tenemos. Está muy bien añadir eólica y solar, pero en España y en muchos otros países, la nuclear es la mayor fuente sin emisiones y ese es un motivo muy claro para alargar su funcionamiento.

¿Y el coste? ¿Es cara o es barata?

Para las plantas existentes es muy simple: se construyeron hace años, muchos de sus costes están amortizados y el coste de extender la vida útil es muy bajo. Eso sí, hay que preguntarse respecto a qué es bajo: nuestros cálculos indican que extender la vida de las nucleares es de un tercio a un cuarto más barato que cerrarlas y sustituir su producción con solar, eólica y gas natural para respaldarlas. En el caso de España, la diferencia es de un par de miles de millones de euros anuales. Y esa cifra crece en países con un mayor parque nuclear, como Francia.

¿Y la seguridad? La gente está asustada después de Fukushima.

La seguridad de la industria es muy buena y se está incrementando. Ha habido accidentes, como Fukushima, Three Mile Island o Chernobyl, y han sido experiencias dolorosas, especialmente para la población local, pero la industria ha aprendido de ellos y los reactores son cada vez más seguros. Al final, hay que comparar beneficios y riesgos, y no emitir carbono y el ahorro económico son importantes.

¿Tampoco ve problema en construir centrales atómicas en países inestables, como Egipto o Sudán?

Si somos serios con la descarbonización, la nuclear y otras tecnologías sin emisiones tendrán que desplegarse no sólo en los países de la OCDE, sino también en países que se están desarrollando. De todos modos, requiere consideración: la tecnología nuclear tradicional, con enormes reactores, probablemente no sea adecuada para países sin experiencia en tecnologías complejas como esta; para ellos pueden ser una oportunidad los pequeños reactores, con seguridad pasiva, donde la respuesta de la planta no depende de los operadores.

¿Por qué son más baratas las plantas de Oriente que de Occidente?

No tiene ver con la tecnología, sino con la experiencia y el know how, que se ha retenido en compañías de Corea del Sur, China o Japón, porque no han dejado de construir centrales y saben cómo hacerlo, mientras que las empresas de Europa o EEUU han estado 20 ó 30 años sin construir y están reaprendiendo; en el MIT usamos la palabra "atrofia". Además, los occidentales comenten muchos errores: los chinos ejecutan mejor un diseño americano que los americanos, cumpliendo plazos y a mitad de precio.

¿Puede imaginar la UE sin nuclear?

Hay países que las están construyendo, como Reino Unido o Francia, aunque otros, como Alemania, las estén cerrando. La nuclear es, de largo, la fuente de generación sin carbono más importante del continente; lo mismo sucede en EEUU. Y en el mundo, primero va la hidroeléctrica, luego la nuclear y luego eólica y solar. Mi respuesta es que no puedo imaginar el mundo sin plantas nucleares para alcanzar los objetivos de la descabonización.

¿Y cómo se va a atraer inversión en nueva nuclear con mercados eléctricos marginalistas?

La energía sin carbono debe reconocerse y valorarse, y esto implica que haya una compensación monetaria. El mix de generación más barato para todas las regiones con altos niveles de descarbonización siempre incluye un componente nuclear. Otra cuestión es cómo se reconoce ese valor. La mejor forma es con una tasa al carbono porque es tecnológicamente neutra: si emites, pagas, si no, no. Pero como eso es difícil, hay subsidios para eólica y solar, y el MIT pide que se ponga la nuclear en el mismo nivel que eólica y solar. En España hay tasas adicionales en lugar de incentivos y creo que deberían desaparecer.

¿Y qué hacemos con los residuos?

Su volumen es extremadamente pequeño y hay buenas soluciones técnicas para almacenarlo, como los depósitos geológicos profundos. No es un problema tecnológico, sino político, de decidir la localización de ese almacén.

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