
A rey muerto, rey puesto. Carlos Ghosn ya es pasado. Por muy valioso que haya sido el hasta ahora expresidente de Renault, de Nissan y de la alianza que ambas compañías mantienen con Mitsubishi, el grupo seguirá vendiendo automóviles como hasta la semana pasada y seguirá funcionando a su velocidad de crucero, esté o no su primer ejecutivo.
Por lo pronto, y una vez destituido el presidente tras las presuntas irregularidades contables, la compañía del rombo ha confiado el mando en plaza a Thierry Bolloré, hasta entonces director general adjunto de Renault y número dos de Ghosn en la corporación. El primer cometido de este ejecutivo ha consistido en infundir calma y normalidad a la situación. Es lo que suele realizarse en los momentos de crisis. La multinacional "está perfectamente organizada" para garantizar la continuidad, indicó el hombre que hasta el momento permanecía a la sombra del líder brasileño y que ahora preside de forma interina el gigante.
A través de un vídeo difundido a toda la plantilla, Bolloré recalcó que la organización se mantendrá enfocada en sus misiones "para preservar el interés del grupo Renault y la sostenibilidad de la alianza (Renault-Nissan-Mitsubishi). También intentó levantar el ánimo de los suyos al indicar que, "en los próximos meses, Renault se beneficiará de noticias sólidas y muy positivas, con el lanzamiento de varios modelos nuevos en 2019, comenzando con el nuevo Clio, que llegará a Europa a principios del próximo año", apuntó el directivo galo.
En el caso de los pagos a su hermana, se le acusa a Ghosn de retribuir con hasta 100.000 dólares anuales por un contrato de asesoría al grupo automovilístico
El actual director ejecutivo de Renault también destacó a los suyos que la marca francesa continuará desarrollando "apasionadamente" nuevos productos y servicios, así como diseñando vehículos para todos y buscando nuevas soluciones para los desafíos de movilidad del mañana. Al mismo tiempo, en el ámbito institucional, los responsables del Ministerio de Economía en Francia y Japón se esforzaron esta semana en transmitir confianza en la alianza entre Renault y Nissan.
Escándalos del ex primer ejecutivo
Mientras se restañan los daños en el grupo, la prensa estadounidense aireó ayer informaciones que comprometen a Ghosn, siempre según fuentes anónimas. Así, por ejemplo, se le acusa mediáticamente de comprar viviendas en Río de Janeiro y Beirut, así como de retribuir a su hermana con trabajos de consultoría que nunca se realizaron. Bloomberg también informó de que Nissan proporcionó a Ghosn seis casas, incluyendo residencias en Tokio y Nueva York, así como en París y Ámsterdam.
En el caso de los pagos a su hermana, se le acusa a Ghosn de retribuir con hasta 100.000 dólares anuales por un contrato de asesoría al grupo automovilístico, según una información del diario nipón The Asahi Shimbun. Curiosamente, tanto Ghosn como Greg Kelly, otro alto ejecutivo de Nissan también arrestado, permanecerán virtualmente en el consejo de administración de Nissan hasta que la compañía no celebre una nueva fecha para la reunión de su junta de Gobierno. Los dos directivos podrían permanecer retenidos por la Justicia nipona hasta un máximo de 20 días sin necesidad de que medie una sentencia , así como afrontar una pena máxima de hasta 10 años de prisión.