Empresas y finanzas

El próximo paso de Google en el campo de la salud amenaza la privacidad de millones de pacientes

  • Los datos vinculados a la salud son especialmente sensibles
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Google adquirió hace tres años DeepMind, una empresa de inteligencia artificial que cuenta con una rama especializada en los servicios de salud, y que quiere revolucionar la atención médica en Reino Unido con la monitorización de los registros médicos de cientos de miles de pacientes.

El acuerdo de adquisición ya estuvo rodeado de polémica en su momento por la amenaza que suponía para la privacidad de los ciudadanos. Vincular los datos médicos de los pacientes, considerados especialmente sensibles, con el buscador, podía suponer un peligro para la protección de datos.

Para evitar suspicacias, DeepMind aseguró que no vincularía los datos con Google. Pero, tres años después del acuerdo, Alphabet, la matriz de Google, ha decidido integrar sus negocios.

Google asegura que mantendrá protegidos los datos recogidos sobre los pacientes

Los responsables de Google aseguran que mantendrán protegidos los datos sobre los pacientes, pero ¿mantendrán su promesa en el futuro? ¿Qué pasaría si la empresa vincula los registros médicos de los pacientes con Gmail, que alberga información sobre la vida privada de los usuarios? Datos que Google podría vender por un elevado precio, pero a costa de aumentar los costes de los tratamientos médicos o de los seguros.

"Google convierte los datos de los pacientes en propiedad intelectual secreta que garantiza que el tratamiento de futuros pacientes será muy, muy costoso", advierte Deborah Peel, jefa de Patient Privacy Rights, una organización estadounidense.

"Google ayudará a extender los beneficios de DeepMind Health a más personas en todo el mundo", asegura Dominic King, excirujano del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, y que ayudó a desarrollar Streams, una aplicación para el seguimiento de lesiones renales graves.

DeepMind asegura que procesa los datos de los pacientes solo a instancias de los hospitales con los que trabaja, y que todos los datos que registra se guardan en un centro no administrado por Alphabet, donde se encuentra separado de cualquier otro dato en todo momento. Y defiende que eso no cambiaría con la fusión sin el acuerdo de los hospitales. Una postura que Google también comparte.

"Estamos negociando con nuestros socios del Sistema Nacional de Salud la transición de nuestros contratos, y esto no puede llevarse a cabo sin el consentimiento de nuestros socios", explica King.

"DeepMind dijo que nunca conectaría Streams con Google. ¡Toda la aplicación Streams es ahora un producto de Google!"

Tras el anuncio de integración, Julia Powles, investigadora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, advirtió de la situación: "DeepMind dijo que nunca conectaría Streams con Google. ¡Toda la aplicación Streams es ahora un producto de Google! Es una violación atroz de la confianza", aseguró.

El año pasado, el regulador de privacidad de Reino Unido advirtió de que un hospital había enviado ilegalmente 1,6 millones de registros de pacientes a DeepMind para desarrollar Streams, avivando los temores sobre la seguridad de los datos.

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