Despacito, con buena letra, sabiendo que lo importante es hacer las cosas bien, hace más de dos años ACS empezó a sentar los cimientos de futuro de su filial de concesiones y, en los últimos seis meses, ha recogido los frutos. Su apuesta pasa por conquistar el mercado norteamericano con proyectos que incluyan tanto la construcción como la explotación de la infraestructura durante décadas, garantizándose así unos jugosos y anticíclicos ingresos recurrentes.
Así, mientras toda la atención mediática se centraba en las aventuras eléctricas del grupo presidido por Florentino Pérez, los ingenieros de Iridium y Dragados (las divisiones de concesiones y construcción de ACS, respectivamente), fueron avanzando en el país de las oportunidades, siempre atentos a los nuevos proyectos que surgían en cualquier Estado del país.
Texas, Florida, Carolina del Norte o la canadiense Quebec respondieron a este esfuerzo con multimillonarios contratos que han permitido a ACS garantizarse una cartera de 2.500 millonesde euros sólo en Norteamérica con las autopistas Interestatal-595, Puente Currituck y A-30, además de haberse convertido en socio estratégico del Gobierno de Texas en el corredor TTC-69.
Este proyecto contempla inversiones por valor de 30.000 millones de dólares (unos 24.000 millones de euros), en las cuales ACS jugará un papel similar al que lleva a cabo en España el Ministerio de Fomento con el desarrollo del Plan Nacional de Infraestructuras. Pero todavía más interesante resulta el derecho preferente que tendrá la compañía presidida por Florentino Pérez, frente al resto de candidatos, en todos aquellos proyectos que le interesen.
Y por el momento ya tiene localizado uno. Se trata de la renovación de la autopista US-77, mediante la construcción y posterior explotación de un conjunto de vías de pago que conectarán con la US-77 y que requerirán una inversión aproximada de 2.500 millones de dólares (1.790 millones de euros).
Con estas cifras, la primera constructora española ha cerrado el mejor año de toda su historia en el negocio de concesiones y ha hecho olvidar los interrogantes que se ciernen sobre las constructoras españolas, en general, y sobre la apuesta energética de ACS, en particular.
La luz de 2008
Aunque Iridium continúa siendo el hermano pequeño del grupo ACS, ya que apenas representa el uno por ciento de los ingresos y el dos por ciento del beneficio bruto operativo (ebitda) en los resultados de los nueve primeros meses del año 2008, este negocio se ha convertido en la verdadera energía de la constructora durante el pasado ejercicio. Un impulso capaz de hacer olvidar el mal momento de la construcción (los resultados de esta división caen un cinco por ciento) y la decisiva apuesta por el negocio eléctrico.
El pasado ejercicio, la compañía selló la venta del 46 por ciento de Unión Fenosa con la vista puesta en invertir la mayor parte de las plusvalías que obtenga por esta operación en Iberdrola, donde controla un 12 por ciento del capital. Sin embargo, hasta que se cierre todo este círculo pueden pasar muchos meses, y el mercado de valores utiliza como brújula principal el corto plazo.
Un periodo que ACS ha conseguido ir salvando, en gran parte, con la energía que le han inyectado las concesiones, y que le ha permitido cerrar el ejercicio 2008 como el séptimo mejor valor del selectivo índice Ibex 35, con una caída de la cotización del 21,8 por ciento, frente a la media del 40 por ciento. Además, este negocio ha jugado un importante papel en las ganancias netas del grupo, gracias a las importantes desinversiones que ha llevado a cabo la constructora, por más de mil millonesde euros, y que representan el grueso de las plusvalías de la compañía en 2008.
Desde el punto de vista del largo plazo, destaca la importante cartera de obra que se ha garantizado ACS con esta actividad. Además de los 2.500 millones cosechados en Norteamérica, la constructora se ha adjudicado el Eje Diagonal, en Cataluña, un proyecto valorado en 420,8 millones de euros, el ramo IV del metro de Barcelona; valorado en 850 millones de euros; y la autopista portuguesa Baixo Alentejo, cuyo importe se cifra en 690 millones de euros. Suma y sigue, porque Iridium y Dragados pueden sumar en breve otro triunfo en Estados Unidos. Concretamente en la texana ciudad de Dallas, cuya circunvalación cuenta con sólo dos candidatos.Y ambos son españoles: ACS y Cintra. En principio, las dos compañías deberán presentar sus ofertas definitivas el próximo 21 de enero y el ganador comenzará la construcciónde la vía, valorada en 1.500 millones de dólares (1.057 millones de euros) a mediados del próximo verano.
Sin rivales
Los logros que ha conseguido ACS en el negocio de concesiones son un importante colchón ante la caída de la construcción en España, que, según un reciente estudio de Caixa Catalunya, retrocederá de media un 6,7 por ciento durante 2009. Además, consolidan a la compañía como líder mundial del sector, hasta el punto de poder presumir que ella sola ha conseguido más negocio en esta actividad durante 2008 que sus cinco grandes rivales juntas: Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL.
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