
El sector del vino está en pie de guerra en Castilla y León. El año pasado, Emilio Moro presentó una demanda contra Carlos Moro y su grupo, las bodegas Matarromera, por una supuesta infracción en el uso de la marca, al haber utilizado su apellido.
Emilo Moro considera que hay un riesgo de confusión entre los consumidores, ya que, en su opinión, en el sector , el apellido Moro se asocia "indiscutiblemente" con la tradición bodeguera y los vinos que se producen en Emilio Moro. Carlos Moro, presidente del Grupo Matarromera, sin embargo, está dispuesto a plantear batalla y defiende el derecho a poder usar su propio apellido.
¿En qué punto está ahora mismo el conflicto?
A la espera de la resolución de la demanda que ha presentado Emilio Moro en los juzgados, la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) nos acaba de dar la razón, desestimando las alegaciones presentadas al entender que no hay riesgo de confusión. No obstante, es cierto también que la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO) da la razón a Bodegas Emilio Moro, pero vamos a recurrir hasta donde haga falta, porque creo que tengo todo el derecho a poder usar mi apellido. Emilio Moro piensa que solo existen ellos en el mundo y que son los únicos que elaboran vino, pero no es así. Yo me llamo Carlos Moro ¿verdad? Y da la casualidad que mi padre se apellidaba Moro, y mi abuelo...
¿Desde cuándo tienen registrada la marca 'Carlos Moro' y cuando se inicia el conflicto?
La marca Carlos Moro está registrada en el mercado español para la producción y comercialización de vinos desde el 30 de enero del año 1997. En 1998, de hecho, se constituyó una sociedad con el nombre de Carlos Moro. En 2011 se nos concedió la autorización para la distribución del vino a nivel europeo y, en 2014, además, constituimos otra firma, Viñedos y Bodegas Carlos Moro, en la denominación de origen de Rioja. Bodegas Emilio Moro se ha opuesto en todo momento, pero no tiene ningún sentido. Nosotros somos líderes en innovación y creación de marca y no hacemos ninguna referencia a nadie. No pretendemos aprovecharnos de ninguna otra enseña.
¿Pueden convivir dos marcas con el mismo nombre?
Desde luego que sí. En Europa hay 26 marcas que llevan el nombre de Moro y no hay ningún tipo de confusión. ¿Por qué no puedo usar yo mi apellido? Utilizamos la enseña Carlos Moro para vinos de autor y buscamos la diferenciación.
¿Hay otros casos similares en Europa en el sector del vino?
Desde luego que los hay. Hay vinos que conviven bajo la marca Roths-child o Palacios en España. Son propiedad de distintas empresas y no hay ningún riesgo de confusión entre ellos. Es inaudito pensar que se pueden confundir las marcas Emilio Moro y Carlos Moro. Recurriremos en Europa y llegaremos hasta donde haga falta para defender nuestros derechos y poder utilizar la marca.
Al margen del conflicto, ¿cómo ha ido la última cosecha?
Ha sido extraordinaria. En Rueda, en Toro, en Cigales, en Ribera del Duero, en Rioja... en todas las denominaciones en las que estamos.
¿Cómo prevén cerrar el año?
Todavía es pronto para saberlo, porque en los tres últimos meses nos jugamos el 50% de nuestras ventas, coincidiendo con la campaña de Navidad, pero esperamos crecer entre un 7% y un 8%, aproximadamente. El año pasado, Matarromera facturó 22,6 millones y el conjunto del grupo 26 millones.
¿Y las exportaciones?
Actualmente, las exportaciones están en torno a un 36%. Me gustaría llegar al 50% en tres o cuatro años.