
Ibercaja prepara su salida a bolsa para lo que ya ha contratado a un asesor financiero -Rothschild- para llevar a cabo todo el proceso previo a la operación. Tiene previsto como pronto debutar en el mercado la próxima primavera. Ésta fecha sería, según fuentes del grupo, la primera ventana de oportunidad, pero no la última, ya que contaría con otras cuatro antes de que finalice el periodo otorgado para que la Fundación Ibercaja, rebaje del 88,8 a menos del 50% del capital de la entidad, que expira en diciembre de 2020.
El banco no pretende agotar este plazo para conseguir el precio de valoración en la venta de los títulos. No quiere que los descuentos superen el 50% sobre los libros de algunos de sus competidores, como Unicaja o Liberbank, y espera atraer a los inversores con rebajas que no se alejen de la tasación contable. Los recursos propios de Ibercaja alcanzan los 3.100 millones en la actualidad.
Una vez se vaya acercando la fecha y, en función de los precios y de las necesidades, la entidad que dirige Víctor Iglesias, podría aporvechar la salida a bolsa para reforzar su capital. También podría utilizar algún inversor ancla para hacer más atractiva la colocación, pero aún no está decidido.
Las ventanas que maneja la firma afincada en Aragón son la próxima primavera, otoño de 2019, febrero-marzo de 2020, principio de verano de 2020 y octubre-noviembre de 2020. Para curarse en salud tiene diseñado un plan B para que la Fundación pueda reducir su participación, que pasaría por abordar una fusión, pero no ve que sea necesario su implantación.
La entidad ganó 72,5 millones
La entidad, que presentó unas ganancias en el tercer trimestre de 72,5 millones de euros (un 10% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior por los costes de reestructuración y saneamiento), confía en convencer a los potenciales accionistas con su modelo de negocio, basado en una banca tradicional pero con un peso relevante en seguros y fondos de inversión. Este segmento, que aporta importantes ingresos en comisiones, representa el 46% del total. Asimismo, destaca su expansión a otras regiones, especialmente el Arco Mediterráneo y Madrid.
Ibercaja, que cuenta con una débil rentabilidad, espera alcanzar a finales de 2020 el 8 o 9% que exige el mercado sin la prevista subida de los tipos de interés en la zona euro por parte del BCE. En caso de que el organismo monetario cumpla con el calendario de iniciar el alza a partir de septiembre, esta rentabilidad se vería sobrepasada, ya que el 65% del margen de intereses depende de las hipotecas, muy vinculadas a la curva del precio oficial del dinero y del euribor.
En los próximos meses intentará acelerar el saneamiento de su balance con ventas de carteras de activos problemáticos. En el último ejercicio, Ibercaja no ha utilizado esta vía para limpiarse. En cambio sí ha elevado las coberturas de dudosos e inmuebles hasta el 53%.