
Si la banca española ha estado sometida a una fuerte presión en los últimos días por el cambio de doctrina del Tribunal Supremo respecto a quién debe pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), hoy se enfrentan a otra prueba: la publicación de los test de estrés del sector financiero europeo.
Está previsto que la EBA (European Banking Authority) los difunda esta tarde, tras el cierre de las bolsas, y será la edición en la que se examine a un menor número de bancos españoles. En la anterior, cuyos resultados se publicaron en el verano del ejercicio 2016, también pasaron las pruebas de esfuerzo BFA Tenedora de Acciones (primer accionista de Bankia) y Banco Popular.
La EBA ha diseñado un escenario adverso -véase gráfico- que evalúa un entorno macroeconómico complejo e incluye el impacto del cambio contable de la IRFS 9 -que tiene en cuenta las pérdidas esperadas, en vez de las reales, de ciertos tipos de activos, como los créditos-, pero no considerará, por ejemplo, otros riesgos como el posible cambio en la aplicación del AJD, o la crisis turca.
Además, los resultados tampoco recogerán el impacto positivo de ciertas desinversiones que han afrontado varios bancos españoles en los últimos meses, como ya adelantó elEconomista. En este sentido no tendría en cuenta, por ejemplo, la venta de 12.000 millones de euros en activos improductivos de Banco Sabadell o la desinversión inmobiliaria de CaixaBank.
Al igual que ha sucedido en pruebas anteriores, la EBA no señalará si los bancos aprueban, o no, los test, sino que tendrá en cuenta el impacto en los ratios de solvencia que un escenario de crisis económica severa podría tener en cada uno de los principales bancos europeos.
En la anterior edición, solo dos entidades, el italiano Monte Dei Paschi y el irlandés Allied Irish, colocaban su ratio de capital CET 1 Fully Loaded por debajo del nivel del cinco% en caso de crisis económica severa.
Entorno volátil
La banca afronta los test de estrés después de meses complicados en bolsa, en los que las pérdidas son la tónica general para la mayoría de las entidades. Danske Bank, inmerso en problemas legales (véase la siguiente página) y Deustche Bank son las dos entidades más castigadas de todo el índice Stoxx 600 Banks, y también afrontan hoy los test de estrés.
De hecho, el resultado puede ser muy importante para la entidad germana, que lleva meses inmersa en rumores de posibles operaciones corporativas y en plena reestructuración de sus negocios. El Gobierno de Ángela Merkel ya ha señalado públicamente que apoyaría su integración con algún otro banco alemán, como el Commerzbank.
Otro foco de atención será la banca italiana, afectada por la situación económica del país y la crisis de confianza de los inversores en bonos. Ubi Banca es la entidad del país más castigada en bolsa en un mes.