
Los inversores afectados por la caída del Popular chocan contra la muralla del silencio levantada por la Junta Única de Resolución (JUR) europea a la hora de obtener más información sobre la intervención del banco que les permita elaborar una defensa de sus intereses ante la Justicia.
A raíz de la negativa de la institución europea a que se realice un informe definitivo que daría una valoración real del banco antes de su resolución, los afectados han solicitado al organismo los documentos internos relativos a la preparación de este informe, las comunicaciones mantenidas con Deloitte (firma que iba a elaborarlo) y la Comisión Europea al respecto y la respuesta de ésta última sobre la decisión de que no se realice el documento.
La JUR ha rechazado facilitar la información a las defensas de los afectados que han pedido el acceso bajo el argumento de que la revelación pública de los documentos en esta fase "afectaría negativamente a los litigios pendientes y potenciales ante los tribunales de Justicia", según consta en la carta de respuesta de la institución a los afectados a la que ha tenido acceso elEconomista.
"Teniendo en cuenta los litigios en curso y potenciales, la divulgación de los documentos solicitados en esta fase, comprometería seriamente la integridad de los procedimientos judiciales en cuestión, así como la igualdad de medios de los litigantes implicados", añade la misiva. Asimismo, el organismo que preside Elke König también considera que la divulgación de esta información podría socavar gravemente el proceso de toma de decisiones de la institución y obstaculizar el intercambio de puntos de vista entre la JUR y otras instituciones de la Unión Europea.
No obstante, la JUR sí ha facilitado la carta que remitió a Deloitte el 2 de agosto en la que le informaba de que no era necesario que la firma elaborara el informe definitivo sobre cuánto valía el Popular el día previo a su caída. La organización alegó que el documento no era necesario porque dicha valoración no podría tener un impacto en la venta del Popular, puesto que el precio de mercado se determinó en un proceso "abierto, ágil y transparente". Por otro lado, el Santander arranca este sábado la integración tecnológica del Popular y comenzará por las oficinas de Portugal. La fusión de los sistemas digitales en España comenzará en noviembre y se extenderá hasta junio. El banco realizará la integración tecnológica de forma gradual realizando la primera prueba con solo dos oficinas.