
Las declaraciones del juicio sobre los sobresueldos de la cúpula directiva de CatalunyaCaixa se iniciaron ayer con la comparecencia del que fuera presidente de la entidad financiera entre 2005 y 2010, Narcís Serra. El exdirectivo de la caja catalana defendió los incrementos salariales que se aplicaron a directivos como Adolf Todó y Jaume Massana, exdirector y exconsejero delegado de CatalunyaCaixa, respectivamente, y los justificó para lograr su equiparación con la media que se pagaba entonces en el sector financiero. "Para que vinieran a la caja hubo que pagarles más, porque sabían que iban a trabajar el doble", señaló Serra, que añadió que CatalunyaCaixa hizo en aquella época "un equipo muy bueno, y esto hay que pagarlo".
Pagos "prudentes"
El que también fuera ministro socialista apuntó ayer que el salario que se fijó para los directivos de la entidad en 2010 era "prudente", que se hizo con el conocimiento del Banco de España, y que CatalunyaCaixa no estaba en aquel momento en crisis, a pesar de que a partir de julio de 2010 y hasta finales de 2012 el Frob tuvo que inyectar en la caja hasta 12.000 millones de euros, convirtiéndola en la que más dinero público recibió en relación con su tamaño. Serra también añadió que su sueldo de 175.000 euros fue pactado con la Generalitat.
Sobre los incrementos salariales que recibió Todó, Serra indicó que se trató de un "acercamiento por etapas" al sueldo pactado con el entonces director de CatalunyaCaixa, que pasó de 600.000 euros a 825.000 euros anuales entre 2008 y 2011, además de otros variables, que hicieron ascender sus emolumentos a 1,55 millones de euros anuales. Además, el expresidente de la entidad afirmó que, si se hubiera continuado con el anterior equipo directivo, los salarios habrían sido inferiores, pero las pérdidas de la caja "mucho mayores".
El fiscal Anticorrupción, que pide cuatro años de cárcel contra Serra y su equipo directivo por presunta administración desleal de CatalunyaCaixa, cuestionó cómo pudieron producirse tales incrementos salariales en plena crisis económica en España y, especialmente, en la entidad financiera, que en el mismo año 2010 presentó un ERE que afectó a 1.600 trabajadores.