
Los alrededor de 3.500 pequeños accionistas que disponen de títulos de Saba desde los tiempos en que todavía formaba parte de Abertis tienen desde hoy hasta el 15 de noviembre para decidir si conservan su participación en la compañía de aparcamientos o la venden a Criteria, que se ha convertido en propietaria del 98,8 por ciento del capital y aspira al cien por cien.
La oferta de Criteria para los inversores minoritarios que suman un 1,2 por ciento del capital de Saba iguala el precio que el holding de La Caixa ha pagado a los fondos de inversión Torreal, KKR y ProA, que entraron en la compañía cuando se escindió de Abertis en 2011 y habían quedado atrapados por el proyecto frustrado de Saba de salir a bolsa en los cinco años siguientes.
Tras meses de negociaciones, Criteria consiguió antes de verano un precio atractivo por la participación de los fondos -que sumaba casi un 49 por ciento del capital de Saba- y estos encontraron la vía de recuperar la liquidez de su inversión.
Pero las perspectivas de Saba siguen todavía lejos de la salida a Bolsa -antes ve necesario dar un salto de tamaño relevante-, por l o que los pequeños accionistas históricos seguían teniendo una inversión difícilmente convertible en liquidez. La oferta de Criteria les ofrece esta ventana de oportunidad de un mes y medio de duración, aunque no es la única.
Autocartera
La última junta de accionistas de Saba, celebrada el 14 de septiembre ya bajo el control casi absoluto de Criteria, aprobó una segunda vía de salida para los pequeños accionistas que deseen vender sus títulos. En este caso, tienen un año para decidirse. Es el plazo durante el cual la compañía mantendrá como referencia el precio ofertado ahora por acción -1,041 euros, de los que se descontarán los dividendos que se puedan repartir en los próximos 12 meses- para crearse una autocartera hasta ahora inexistente.
Saba cumple las preferencias de Criteria por negocios estratégicos y con rendimientos recurrentes y estables, al tratarse de una firma especializada en la gestión de aparcamientos mediante concesiones a largo plazo. La empresa no ha conseguido dar hasta ahora el salto transformacional que deseaba adquiriendo otras empresas de su sector, pero va sumando activos con los que sus cuentas van al alza.
Entre 2017 y principios de 2018 sumó 14.500 plazas de aparcamiento bajo su gestión, y en los siguientes meses se ha adjudicado otras 6.300 adicionales en Chile, Portugal e Italia (ver gráfico). De enero a julio, sus ingresos ordinarios han crecido un 4 por ciento, y el beneficio bruto de explotación un 6 por ciento, en línea con el ritmo de 2017.