Barcelona
La multinacional de juego Cirsa sigue creciendo después de haber pasado de manos del empresario catalán Manuel Lao a las del grupo inversor estadounidense Blackstone, y en el segundo trimestre obtuvo un beneficio operativo de 90 millones de euros, un 3,8 por ciento más que en el mismo periodo de 2017. Los ingresos de explotación se situaron en 358,9 millones, un 3,2 por ciento más.
Se trata de unas cifras a perímetro comparable, excluyendo por primera vez el negocio de Argentina, que conservó Lao y quedó fuera de la operación de compraventa corporativa anunciada en marzo y formalizada en julio.
Por contra, otros activos se han incorporado entre marzo y junio, como el Casino Winland de Guadalajara (México) y cinco nuevos salones en diferentes ciudades en España, según informó ayer Cirsa en un comunicado.
Tipo de cambio desfavorable
La mejora de los ingresos y resultados se produce a pesar de un impacto desfavorable de 2,9 millones de euros por los tipos de cambio, debido a la devaluación con el euro del conjunto de las divisas latinoamericanas. Esta circunstancia afecta especialmente a la división de casinos y al negocio en México, si bien en ambos casos aumentan los ingresos en moneda local.
En Italia, a pesar de haber reducido por ley el parque en más de 1.200 máquinas, el nivel de ingreso global se mantiene estable, ha-biendo incrementado la recaudación media por máquina, según la compañía, que en España registra mejoras de resultados en todas las divisiones.
El grupo Cirsa, con 14.500 em-pleados, cuenta con 146 casinos, más de 39.200 máquinas recreativas, 70 salas de bingo, 188 salones de juego, 3.000 puntos de apuestas deportivas y más de 2.500 terminales de videoloterías en España, Italia y Latinoamérica. También desarrolla la actividad de juego online en España, Colombia y Panamá.
