Empresas y finanzas

La izquierda se mueve también para controlar Caja Madrid

La izquierda quiere pasar página a las discrepancias del pasado en el seno de Caja Madrid y se ha aliado para intentar desbancar al Partido Popular de la Presidencia y controlar la entidad. No quiere desaprovechar las desavenencias de los representantes populares, divididos desde hace varios meses por las discrepancias sobre la continuidad de Miguel Blesa el próximo año, y han creado una coordinadora para tal objetivo, según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras de la situación.

PSOE, Izquierda Unida y sindicatos se han unido para llevar a cabo este proyecto, en el que participan también grupos independientes y cuadros profesionales. Creen que podrán conseguir su fin, porque según la composición actual del Consejo de Administración, sumarían mayoría absoluta (once miembros frente a diez de PP), que sería suficiente tras la reforma que aprobará el lunes la Asamblea de Madrid , por la que se elimina la mayoría cualificada de dos tercios para nombrar al nuevo máximo responsable de la entidad.

Todos dan por hecho que Blesa dejará de estar al frente de Caja Madrid en 2009 y ven un momento oportuno para dar un golpe de mano, ahora que puede haber una oportunidad de cambio. Por el momento, las divergencias entre Esperanza Aguirrre y Alberto Ruiz Gallardón favorecerán el poder de los socialistas madrileños. Hasta ahora han mantenido una neutralidad pública sobre la guerra interna de la entidad y han tendido, incluso, algún puente con el PP de cara a la galería. Esta posición les ha beneficiado y podrían sumar representantes en la entidad con el nuevo reparto de asambleístas y consejeros en la caja .

En el PP próximo a Aguirre no se fían de las maniobras del PSOE y la Comunidad ha decidido impulsar una reforma legal en la que no sólo perderá peso el sector de Gallardón, sino también IU y los sindicatos, aliados de Blesa en la última etapa, que podría ser suficiente para impedir el objetivo de toda la izquierda abanderada por los socialistas. El PSOE no se conformaría con una Vicepresidencia pactada con los populares, ya que puede aspirar a la Presidencia después de seis años fuera de los órganos ejecutivos de la caja .

Aguirre pretende alcanzar un acuerdo con los socialistas madrileños en la nueva era de la entidad, pero la dirección nacional del PSOE no está por la labor de apoyar a la presidenta madrileña.

Ahora bien, en Ferraz no cierran las puertas a nada, porque el proyecto de la izquierda podría fracasar y, de lo contrario, podrían estar varios años fuera de los órganos decisorios de Caja Madrid , algo a lo que no están dispuestos, sobre todo después de que vaya a ganar peso en la entidad en el proceso electoral puesto ya en marcha.

De ahí que los socialistas se abstuvieran el pasado martes en la votación de las enmiendas que reformarán la Ley de Cajas en la Comunidad de Madrid, que han sido duramente criticadas por sus socios, los sindicatos e IU.

Los números y las cesiones de unos y otros serán fundamentales para la gestión de la nueva Caja Madrid . De momento, los números no son suficientes para que la alianza de la izquierda prospere, porque a partir del próximo año habrá más miembros en el Consejo de Administración -uno o dos- como consecuencia del nuevo reparto de representantes.

Estos vocales adicionales, que tendrá carácter excepcional hasta 2012, previsiblemente, serán nombrados por el sector próximo a Aguirre, por lo que la coordinadora tendrá que arrastrar adeptos a su causa para cumplir su objetivo.

Además, podría sufrir mermas cuantitativas debido a la pérdida de poder en la Asamblea de la caja de IU y los sindicatos.

Proceso electoral

En septiembre se renovarán 173 consejeros generales de la entidad. Son los correspondientes a los ayuntamientos, la Asamblea de Madrid y las entidades representativas. Además, se tendrá que reelegir a once de los veintiún miembros del Consejo de Administración, que posteriormente tendrá 22 o 23 miembros hasta 2012, cuando se produzca la renovación de los sectores de impositores y empleados.

Entre los consejeros que culminan su mandato está Blesa, que sólo podrá continuar en la Presidencia si es propuesto por la Asamblea de Madrid, la misma institución por la que accedió al cargo en 1996, si finalmente se aprueba la reforma legal el próximo lunes. Los populares han promovido modificaciones en la normativa con la intención de reducir a la mínima las posibilidades de renovación de Blesa. Con la legislación actual, podría haber continuado seis años más si el Ayuntamiento de Madrid de Gallardón lo propusiera.

Aguirre y Blesa libran una batalla por la gestión de Caja Madrid en asuntos estratégicos. Uno de los puntos de conflicto fue la desinversión de la participación en Endesa (ELE.MC) o el nombramiento de Carlos Vela como consejero delegado del holding financiero Cibeles. Blesa finalmente tuvo que destituir a Vela tras el escándalo de Martinsa Fadesa, por el que la caja tuvo que provisionar más de 250 millones por el impago de más de 1.000 millones del crédito de la inmobiliaria, que presentó concurso de acreedores a principios del pasado verano por la crisis económica.

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