El proceso de venta de Itínere ha quedado en suspenso temporalmente después de que ayerel juzgado de primera instancia número 82 de Madrid admitiera y ejecutase las medidas cautelares solicitadas por Globalvia, empresa que en julio pasado acordó comprar el 56 por ciento del capital de la concesionaria a Abanca (23,81%), Kutxabank (16,3%) y Sacyr (15,5%).
La petición de la compañía que preside Juan Béjar se produjo después de que Corsair, accionista principal de Itínere con el 37,9%, trasladara el pasado 10 de septiembre una oferta junto con el fondo holandés APG para adquirir las participaciones de Sacyr y de Liberbank (5,8 por ciento) y alcanzar así el 59% de la empresa, con una destacada presencia en la gestión de autopistas en el norte de España Con la ejecución de las cautelares, el juez prohíbe vender a Sacyr sus acciones en Itínere a un tercero que no sea Globalvia.
Corsair y APG ejercieron el derecho de primera compra que permite el acuerdo de accionistas de Itínere que firmaron hace varios años. Globalvia, sin embargo, considera que los fondos han igualado su oferta, que valora el 100 por cien de Itínere en 1.300 millones de euros, en condiciones diferentes ya que sólo se dirige a Sacyr y no a Abanca y Kutxabank.
La oferta de Corsair y APG forzaba así a Sacyr a decidir entre una u otra propuesta hoy, pero la suspensión judicial del proceso le da más margen para analizar todos los pormenores legales. El grupo se hallaba entre la espada y la pared, puesto que la aceptación de una u otra oferta le llevaría, salvo cambio sustancial, a los tribunales.
El acuerdo con Globalvia recogía una cláusula por la que si la compraventa de Itínere no se llevaba a cabo, Abanca, Kutxabank y Sacyr tendrían que indemnizarla con 100 millones. A su juicio, si la constructora acepta la oferta de Corsair y APG, deberá ser la que la asuma.
