
El "desorbitado" precio que se está cobrando a los agricultores por los fertilizantes, justo en el momento en el que está a punto de comenzar el abono de sementera, amenaza con lastrar las cuentas de los agricultores.
Así lo denuncia la Alianza por la Unidad del Campo, integrada por UPA y COAG, que apuntan que el coste del fertilizante se llevará el equivalente a los primeros 800 kilos recolectados de cada hectárea.
Ambas organizaciones aseguran que ya advirtieron en agosto de las intenciones que tenía el monopolio de los fertilizantes en España para subir de forma "abusiva" el precio de los abonos complejos y nitrogenados. En concreto, hoy se cobra un precio que oscila entre los 305 y los 390 euros por tonelada -y con previsión de nuevas subidas en las próximas semanas-, mientras que en la campaña del año pasado en estas mismas fechas costaba unos 270 euros por tonelada.
Los agricultores están sufriendo unos precios por su cereal "atípicamente bajos" para la escasex de producción
La organización insiste en que los agricultores de Castilla y León están sufriendo unos precios por su cereal "atípicamente bajos" si se tiene en cuenta la escasez de producción que existe en todo el mundo, y sin embargo los precios de los inputs como semillas, combustibles o fertilizantes son "abusivamente altos y ruinosos".
Ante esta situación y antes de comenzar las labores pertinentes, la Alianza UPA-COAG hizo un llamamiento a los agricultores para que controlen la aplicación de abonos en función de la necesidad del terreno para no aplicar "más unidades de las necesarias". Además, aconsejaron realizar análisis en sus terrenos, que incluso en algunos casos son gratuitos, para que la aplicación de los mismos sea lo más ajustada posible a cada necesidad.
Por otro lado, la Alianza UPA-COAG calificó como lamentable la situación que se ha generado de un tiempo a esta parte desde la industria de fertilizantes, que funciona en la práctica como un monopolio. "No podemos calificarla de otra manera más que de absoluta especulación la que ejerce imponiendo unos precios desorbitados, siendo conscientes de que el uso de fertilizantes es crucial en la productividad de las explotaciones agrarias y que los agricultores en mayor o menor medida no tienen otra posibilidad más que asumir los precios abusivos que les imponen".