Empresas y finanzas

Ibercaja y Abanca, las primeras entidades en crecer en créditos a los promotores

  • El resto sigue con la limpieza inmobiliaria y reduce los saldos hasta un 18%

Todas los bancos están volviendo con mayor o menor intensidad al sector inmobiliario con el fin de aprovechar su recuperación y dejar atrás el cierre total del grifo a los promotores desde que comenzó la crisis, en 2007. Hasta la fecha, pese a la apertura de los préstamos, solo dos entidades han conseguido crecer en este nicho de actividad, Ibercaja y Abanca, ya que han logrado elevar el saldo de financiación a finales de julio con respecto al pasado mes de diciembre.

El resto de grupo continúa deshaciendo posiciones para reducir su exposición vía amortizaciones naturales de los préstamos, que no son compensadas con las nuevas operaciones, ventas de carteras dañadas o canjes de deuda por inmuebles en los casos de insolvencia o dificultades de pago de los clientes.

En concreto, Abanca registra un incremento superior al 10% en los préstamos a la promoción y construcción de viviendas -incluyendo la adquisición de suelos-. En el caso de Ibercaja el crecimiento es muy inferior, ya que el avance es del 1,3%.

Vuelta con cautela

La vuelta a este sector, que tantos quebraderos de cabeza ha proporcionado a los banqueros en los últimos años, está siendo lenta y de manera cautelosa. Las entidades no quieren cometer los errores o excesos del pasado y están analizando muy pormenorizadamente los riesgos de cada transacción. Además, en algunos casos, únicamente ofrecen financiación para operaciones que están vinculadas a su balance o sus clientes.

En la época del boom las entidades elevaban a ritmos superiores al 30% el stock de créditos al promotor, convirtiéndose en unos de sus negocios más rentables. Sin embargo, la caída del sector del ladrillo comenzó a hacer estragos hace once años con el desplome de buena parte de las compañías del sector. La banca se vio obligado a tener que llevar cabo ingentes cantidades de provisiones para cubrir riesgos y tapar los agujeros e, incluso, el Gobierno tuvo que pedir un rescate a sus socios europeos para que determinados grupos financieros materializaran las dotaciones necesarias para sanearse. Asimismo, en 2012 el Ejecutivo creó el denominado banco malo al que las entidades más problemáticas y que recibieron ayudas públicas traspasaron sus riesgos inmobiliarios. Transfirieron unos 40.000 millones netos de provisiones, además de algo más de 10.000 millones en pisos, suelo y todo tipo de inmuebles.

Según las cuentas del primer semestre, Unicaja y Liberbank lideran las disminuciones de la exposición a los promotores con un descenso del 18 y 16%, respectivamente. La segunda entidad está inmersa en un plan para recortar a la mayor velocidad posible sus activos tóxicos, entre los que se encuentran una parte de los préstamos a las inmobiliarias, con el objetivo de cumplir sus compromisos con el mercado después de que se viera obligado en otoño de 2017 a ampliar su capital para limpiar su balance y elevar las coberturas.

Otros grupos que también están rebajando los riesgos de forma acelerada son el Sabadell, Bankia y el Santander, con retrocesos de doble dígito.

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