
Comienzan aflorar los grupos inversores que han participado en la ampliación de capital de Duro Felguera. La centenaria empresa asturiana dedicada a proyectos industriales y energéticos ha evitado el concurso de acreedores gracias a una inyección de 125 millones de euros. En ella han participado diferentes sociedades, entre las que destacan por encima del resto los propietarios de la firma Mayoral, la familia Fernández de Gor, y los Urquijo, quienes se han convertido en el segundo principal valedor del 'plan rescate' de Duro Felguera con su sicav La Muza Inversiones.
Los nuevos inversores aterrizan en la ingeniería asturiana después de que esta acumulase pérdidas por valor de 254 millones en el año 2017 y elevase la deuda un 20%, hasta los 272 millones de euros. El futuro de la empresa solo ha podido ser salvado tras una ampliación de capital en la que la familia dueña de la textil Mayoral, a través de sociedad de inversiones Indumenta Pueri, ha adquirido el 9,52% de Duro Felguera.
El plan estratégico de la compañía para los próximos años se encontraba supeditado al éxito de la ampliación de capital, por la cual la CNMV pidió cautela a los posibles inversores, y el interés de otras empresas en unirse al accionariado. De esta manera, el grupo asturiano debe hacer frente a la puesta en marcha de alianzas estratégicas con el objetivo de aumentar el negocio y al ajuste de la plantilla.
Núcleo duro de la firma
La referencia en el accionariado corresponderá a la familia Fernández de Gor y a la familia Urquijo, con un 14,67% de las acciones totales entre los dos. La primera de ellas ha destinado 12 millones de euros para hacerse con el 9,52% de la nueva Duro Felguera, que se suma a su cartera de inversiones como la décima empresa española en la que participa la firma familiar, que cuenta con un patrimonio valorado en unos 370 millones de euros.
La familia Urquijo, por su parte, ha desembolsado a través de la sicav La Muza Inversiones 6 millones de euros para hacerse con el 5,17% de la firma asturiana.
Otra sicav, Global Income, ha conseguido entrar en el capital de Duro Felguera con una inversión de 5,6 millones de euros, que le han dado una posición en el capital del 4,18%.
Distinto es el caso de TSK, con quien Duro Felguera ya había llegado a un acuerdo de colaboración y poseía acciones antes del proceso de ampliación de capital. La empresa, también asturiana, presidida por Sabino García Vallina, ya había mostrado su interés a principios del mes de julio por ser partícipe del nuevo proceso que atraviesa Duro Felguera. Finalmente ha alcanzado el 3,1% del capital, adquiriendo casi 150 millones de títulos.
Asimismo, las gestoras de fondos Cobas y azValor también habrían obtenido participaciones de la ingeniería asturiana, siempre por debajo del 3%, al igual que el fondo soberano noruego Norges Bank, que esta misma semana redujo su posición en la compañía pasando de un 3,1% hasta situarse en 2,93%.
El proceso para salvar de la quiebra a Duro Felguera ha dado la bienvenida a nuevos inversores y ha dejado al margen a otros como la familia Arias, cuyas acciones se han diluido pasando de un 10% a un 0,3, o la familia Ybarra, que pasa del 5% al 0,5%.
También la familia Arrojo, principal accionista hasta hace poco, se desprendió del 24,3% que tenían en su poder por valor de 12 millones de euros.
Plan estratégico
Los actores que adquieren protagonismo tras esta ampliación pretenden rentabilizar la inversión a medio plazo con el cumplimiento del plan estratégico 2018-2021.
El plan de Duro combina crecimiento y rentabilidad y prevé unas ventas de 1.146 millones de euros y un resultado bruto operativo (Ebitda) de 78 millones cuando dicho periodo llegue a su fin.
Con esta hoja de ruta la compañía quiere centrar sus esfuerzos en la mejora de la gestión y la eficiencia, con un ahorro de costes del 31% y un margen bruto de su cartera del 10% en 2021.