
Cuando se cumplen 100 días de la intervención de Banesco, el primer banco privado de Venezuela, su dueño, Juan Carlos Escotet, expresó su desacuerdo con la medida a la que calificó como "injusta y desproporcionada y de carácter político", al tiempo que aseguró que sus demás negocios en América y Europa no se verán afectados.
"Abanca no ha sido afectada, ni en un centímetro, es un modelo independiente", dijo a los periodistas en una rueda de prensa, en Caracas.
Señaló que en algo más de tres meses ha hecho constantes viajes entre España y Venezuela, "aunque la mayor parte del tiempo la paso en Caracas, atendiendo este asunto de Banesco. Es como un hijo y los hijos no se negocian y si nos lo arrebatan, seguiremos luchando por él". Dijo que el grupo que lidera estudia comprar otra entidad financiera en España en los próximos meses pero no dio más detalles, una intención que había señalado ya en otras ocasiones.
Un adusto Escotet expresó que había decidido pronunciarse en público ante la extensión de la intervención administrativa por tres meses y "porque no he podido hablar con las altas esferas del poder de Venezuela para explicar que las acusaciones que se nos hacen -operaciones cambiarias ilícitas entre otros asuntos- son falsas y tenemos con qué demostrarlo". "Pero no ha sido posible; si nos hubiesen escuchado, la intervención de Banesco hubiese finalizado el 4 de agosto, fecha en la cual debió culminar el proceso", indicó el banquero.
Añadió que la entidad no ha cambiado de manos, sino que "hay un interventor en la junta directiva al cual le informamos todo lo que hacemos pero seguimos con el control del banco", aclaró. Advirtió que Banesco sufrió una salida de depósitos durante los cuatro días posteriores de la intervención.
Reconoció que los movimientos de capital provocaron una contracción del 67 por ciento de los excedentes de liquidez, equivalente a 21 por ciento de los depósitos y que se logró una recuperación hacia la segunda mitad de mayo. "Perdimos cuotas de mercado en captaciones y cartera de créditos durante los meses siguientes a la intervención con lo que se rompió la tendencia de crecimiento que presentaba en el primer trimestre del año".
Se quejó del silencio de sus colegas banqueros, "Es una vergüenza que la Asociación Bancaria de Venezuela no haya fijado posición pública sobre la intervención, pero como creemos en la democracia seguiremos siendo miembros de esa organización", afirmó.
Cabe recordar que el Gobierno acusó a Banesco de ser negligente en cuanto a las normas de prevención de legitimación de capitales, por supuestamente permitir operaciones de compra y venta de divisas. "De los 13.000 llamados de atención que hicieron entes reguladores de posibles ilícitos, la gran mayoría resultaron ser falsos", dijo el banquero hispano-venezolano.
"Tengo mucho miedo, pero no podemos permitir que el miedo nos paralice", añadió Escotet, ante una pregunta sobre cuál será el destino de Banesco, entidad que lidera el número de clientes en Venezuela, unos 8, 5 millones. Finalmente, dijo que tras la publicación en Gaceta Oficial de la intervención, a fines de mayo, en el ámbito internacional, los bancos corresponsales y proveedores han visto el proceso como una intervención total, pero "ilegal".