
La discordia entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el hombre más acaudalado del planeta, Jeff Bezos, no es ningún secreto. Mientras que el fundador y consejero delegado de Amazon se ha caracterizado por mantener un perfil relativamente discreto, el inquilino de la Casa Blanca no ha desaprovechado ninguna ocasión para atizar en contra de la de Seattle.
Su conocida obsesión con quien hoy es no sólo el capitán de la minorista online más importante del país sino también el propietario del Washington Post, la startup aeroespacial Blue Origin, y la gestora en la nube de diversas operaciones federales a través de Amazon Web Services, ha sido evidente a través de sus continuos ataques en Twitter. Quizás, el más significativo, se produjo en primavera, cuando las ventoleras del mandatario republicano llegaron a borrar hasta 53.000 millones de dólares en capitalización bursátil de Amazon.
Aún así, sin una base sólida para incitar a los reguladores patrios a revisar el negocio de la minorista online bajo los parámetros antimonopolio, recordemos que a este lado del Atlántico mientras se garanticen precios bajos al consumidor dichas prácticas suelen ser difícilmente recriminadas, Trump parece haber encontrado uno de los talones de Aquiles de Amazon: el Servicio Postal de EEUU (USPS, por sus siglas en inglés). En un sinfín de tuits durante los últimos meses, el Comandante en Jefe de los Estados Unidos ha perfilado a la compañía que controla ya casi el 49% de las ventas online que se registran en el país, de utilizar el servicio de correos patrio, y por ello el dinero de los contribuyentes, como su "mensajero". De esta forma, Trump ha insistido en la necesidad de aumentar los impuestos y los costes de envíos a la compañía, argumentando que Amazon está costando demasiado dinero al gobierno. Según sus cálculos, el USPS pierde 1,50 dólares por cada paquete que entrega para Amazon.
Sin embargo, estas cifras y algunas de sus declaraciones no coinciden con la realidad. En general, el Servicio Postal de EEUU no recibe subsidios de los contribuyentes, de hecho, sus operaciones están financiadas a través de los clientes que contratan sus servicios. La industria de correos estadounidense está valorada en 1.400 millones de dólares y emplea a 7,5 millones de personas, con USPS siendo el pilar del sector.
El Servicio Postal reportó una pérdida neta el año pasado de 2.700 millones de dólares, menos de lo registrado en 2016. Aún así, la entidad no pudo costear al gobierno federal la cantidad adeudada de 6.900 millones de dólares para los fondos de pensiones y de salud de sus emplados. "Realizar estos pagos al gobierno federal en su totalidad o en parte habría dejado al Servicio Postal con liquidez insuficiente para garantizar que podamos cubrir nuestros costes operativos, realizar las inversiones necesarias y absorber cualquier contingencia o cambio en el servicio postal", señalaba el director financiero, Joseph Corbett.
El pasado 12 de abril, a golpe de decreto, Trump ordenó una revisión y análisis de las operaciones del USPS alegando "65.000 millones de dólares en pérdidas acumuladas desde la recesión". El resultado de esta debería conocerse en las próximas semanas o incluso días.
Ante lo que pueda ocurrir, Amazon ha liderado la creación de The Package Coalition, una agrupación de minoristas y patronales donde se incluyen desde Express Scripts, la Federación Nacional de Minoristas o Columbia Sportswear entre otros intentar convencer a los legisladores y a la propia administración Trump sobre la imperiosa necesidad de mantener las operaciones del Servicio Postal.
"La entrega de paquetes de forma asequible y segura es un motor clave de la economía estadounidense", recalcaba esta semana, John McHugh, presidente de The Package Coalition. "Apoyamos las soluciones políticas para preservar este canal de comercio para todos los estadounidenses, especialmente para aquellos en áreas remotas y rurales que no tienen alternativas asequibles", explicaba McHugh poniendo de manifiesto como integrantes de The Package Coalition, como es el caso de Amazon, han generado acuerdos con el USPS para que éste entregue sus paquetes durante la última milla (1,6 kilómetros) del recorrido de distribución entre más de 150 millones de hogares y negocios estadounidenses".
El Servicio Postal estadounidense generó beneficios de 7.000 millones de dólares con la entrega de paquetes a través, en parte, de sus acuerdos con las empresas que forman parte de esta agrupación. En declaraciones posteriores a the Washington Examiner, el presidente de The Package Coalition dejó claro que la presencia de Amazon no "enturbia" los objetivos. "El hecho de que todas estas compañías se han sumado a la iniciativa sabiendo muy bien que Amazon iba a ser parte de ella, muestra una clara unanimidad", confirmó.
De momento, y aunque Amazon depende del USPS para la entrega de paquetes, especialmente en áreas de difícil acceso, la compañía continúa ampliando su propia red de entrega. En junio, Amazon lanzó oficialmente su programa Delivery Service Partners, que ayuda a distintos emprendedores a lanzar sus propios negocios de entrega para transportar exclusivamente paquetes de Amazon. Una velada señal de que Bezos no está dispuesto, ni mucho menos, a ceder a las presiones de la Casa Blanca.