Fráncfort (Alemania), 27 oct (EFECOM).- El crecimiento de la masa monetaria en circulación en la eurozona, medido por el agregado M3, subió en septiembre hasta el 8,5 por ciento, frente al 8,2 por ciento de agosto, tras haber descendido en los dos meses anteriores.
Según informó hoy el Banco Central Europeo (BCE), el ascenso anual de este agregado monetario en el trimestre de julio hasta septiembre ascendió, hasta el 8,2 por ciento, frente al 8,1 por ciento entre junio y agosto.
El banco europeo añadió que los préstamos al sector privado tuvieron una tasa de crecimiento anual en septiembre hasta el 11,4 por ciento, frente al 11,3 por ciento de agosto, mientras el crecimiento de créditos para el pago por la compra de una vivienda bajó en septiembre hasta el 11 por ciento, frente al 11,1 por ciento de agosto.
El BCE ha elevado el precio del dinero para los doce países que comparten el euro en cinco ocasiones, en 25 puntos básicos cada vez, hasta el 3,25 por ciento, desde diciembre del pasado año.
Pese a los dos descensos registrados en el M3 en los meses anteriores, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, se había mostrado cauteloso sobre la evolución futura.
La expansión monetaria se sitúa todavía muy por encima de los niveles que el BCE establece adecuados para salvaguardar la estabilidad de precios a medio plazo, que se sitúa en un crecimiento de la masa monetaria del 4,5 por ciento.
Según los expertos, el banco europeo dejará inalterado el precio del dinero en su reunión de noviembre pero lo incrementará, según los expertos, en diciembre.
El bajo nivel de los tipos de interés en el área del euro ha contribuido a intensificar el crecimiento del crédito en la zona, sobre todo las hipotecas en los últimos años.
La medición del dinero en circulación constituye uno de los dos pilares en los que el banco emisor europeo basa su política monetaria, cuyo fin es lograr la estabilidad de los precios, y sirve de referencia a la entidad para poder prever la inflación en los doce países que comparten el euro.
Los expertos señalan que un fuerte crecimiento de la masa monetaria es un riesgo inflacionista.
El otro pilar del BCE para pronosticar la inflación y decidir la política monetaria se basa en el crecimiento de los precios y otros indicadores macroeconómicos.
El agregado M3 comprende el efectivo en circulación, depósitos a la vista y a plazo hasta dos años, depósitos disponibles hasta 3 meses, cesiones temporales de deuda y fondos de inversión en activos del mercado monetario (FIAMM). EFECOM
aia/mdo
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