
El que era hasta el pasado consejero delegado de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Sergio Marchionne, ha muerto a los 66 años al complicarse el postoperatorio de una intervención en el hombro, según un comunicado de EXOR, el fondo de la familia Agnelli y que controla al fabricante de automóviles.
Marchionne ha sido un directivo histórico de FCA ya que, en los 14 años que ha llevado el timón de la empresa, ha sido capaz de devolver el esplendor a Fiat sacándola de la fuerte crisis en la que estaba inmersa, así como relanzar también al grupo Ferrari.
Más allá de su puesto como consejero delegado de Fiat, Marchionne también era hasta hace días presidente de Ferrari, que tenía previsto abandonar en 2021. Recogió el testigo de Luca Cordero de Montezemolo en 2014, que había dejado una sociedad que no crecía y una escudería de Formula 1 en total crisis.
Tras varios días ingresado en un hospital de Zúrich, la compañía nombró el pasado sábado a Mike Manley, responsable de Jeep, como nuevo consejero delegado de Fiat Chrysler en sustitución del italiano, que debía renunciar en abril de 2019, sin embargo, las dificultades sufridas tras una operación de hombro aceleraron su retirada. Por su parte, el nuevo consejero delegado de Ferrari será Louis Camilleri y su presidente el actual del grupo FCA, John Elkann.
"Desafortunadamente, lo que temíamos ha sucedido. Sergio Marchionne, hombre y amigo, se ha ido. Creo que la mejor manera de honrar su memoria es aprovechar el legado que nos dejó, continuar desarrollando los valores humanos de responsabilidad y apertura de los cuales fue el más ardiente campeón", ha explicado en un comunicado Elkann.
"La situación de Marchionne se ha deteriorado en las últimas horas. Su situación actual era impensable hasta hace unas horas y ha despertado en todos una enorme sensación de injusticia", señaló la compañía hace unos días cuando anunció el relevo.
Un visionario que hizo resurgir a Fiat gracias a la fusión con Chrysler
La historia en Fiat de Marchionne comenzó en 2003, cuando Umberto Agnelli lo llamó para que formara parte del consejo de administración de la icónica marca a pesar de que no tenía alguna experiencia en automóviles y llegaba procedente del sector de los seguros. Sin embargo, al año siguiente se convirtió en administrador delegado en un momento en el que la sociedad acumulaba grandes pérdidas.
Con su habitual jersey negro, consiguió en esos 14 años sacar a Fiat de la crisis y convertirla en una "sociedad solida y con un futuro brillante y luminoso", como aseguró el pasado junio cuando se anunció su plan industrial hasta 2022 y 45.000 millones en inversiones.
Este italiano, aunque crecido en Canadá, fue un visionario y el artífice de la posibilidad que daba la fusión con el grupo estadounidense Chrysler en 2009, que relanzó la compañía de la familia Agnelli, aunque ahora con sede legal en Amsterdam (Holanda) y fiscal en Londres.
Los números de la era Marchione lo dicen todo: la facturación pasó de los 47.000 millones de euros en 2004 a los 141.000 millones del pasado ejercicio, mientras que de unas perdidas de 1.500 millones de euros en 2004 logró un beneficio neto de 4.400 millones en 2007.
Marchionne, considerado un tipo duro, tuvo importantes enfrentamientos tanto con los sindicatos del sector, al saltarse el convenio colectivo, como con la asociación de empresarios (Confindustria), de la que salió en 2011 tras varias divergencias y que en su momento fue un hecho clamoroso.
Relanzó Jeep, apostó por la fabricación en el sur de Italia y reinventó modelos clásiscos de Fiat y Lancia
También supo relanzar las marcas del grupo estadounidense como Jeep, a la que consideraba "el buque insignia de la compañía" con el lanzamiento en Europa de modelos como el nuevo Wrangler y el nuevo Cherokee.
En Italia, apostó por la fábrica de Pomigliano (sur) donde se fabrica el nuevo Panda y reinventó nuevos modelos como el 500L y tres nuevos Lancia: Ypsilon, Voyager y Flavia.
Impulsó a Ferrari para volver a convertirla en la joya de los Agnelli
Al llegar Marchionne a Ferrari, se encontró una herencia de Montezemolo en la que el Cavalinho había perdido lustre: sus ventas se encontraban estancadas y la escudería de Formula 1 estaba en total crisis.
Sin embargo, bajo la batuta de Marchionne, Ferrari volvió a ser la joya de la corona de la familia Agnelli, tras adquirir el 90% de las acciones que estaban en manos a bancos e inversores y crear una sociedad separada de Fiat que cotiza en bolsa.
Los resultados de Ferrari en el primer trimestre de 2018 eran de un beneficio en aumento del 19,4 % respecto al mismo periodo del año pasado y un facturado de 3.400 millones.