El juicio por la batalla en el capital de El Corte Inglés queda aplazado hasta después del verano. El juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid aplazó ayer la vista previa por la demanda que uno de los hermanos del expresidente Isidoro Álvarez, César Álvarez, había presentado contra las hijas de éste.
Es decir, contra sus sobrinas, Marta y Cristina Álvarez, además de contra su sociedad patrimonial, Cartera de Valores Iasa, que posee un 22% de las acciones de la compañía.
El magistrado ha adoptado esta decisión a la espera de conocer si el procedimiento, que impugna la reducción de capital de Iasa realizada en 2016, se tramita de forma separada o si se agrupa a la demanda interpuesta por María Antonia Álvarez, la otra hermana de Isidoro y madre de Dimas Gimeno, destituido como presidente el pasado 14 de junio.
Esta última causa se está tramitando en el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid, y aunque todavía no hay pronunciamiento público, las fuentes jurídicas consultadas por este periódico apuntan a que lo más probable es que rechace la agrupación de ambas causas, ya que están en momentos procesales distintos, hasta que no queden visto para sentencia.
Tanto César como María Antonia Álvarez acusan a las hijas de su hermano de haber llevado a cabo una reducción de capital de 121 millones de euros en Iasa en 2016, justo antes de que se produjera su entrada en el capital. La madre de Dimas Gimeno acusa, además, a sus sobrinas, de haber llevado a cabo un cambio de última hora en el testamento de Isidoro Álvarez, por el que en lugar de 10 millones pasó a recibir únicamente 5 millones de euros.
César y María Antonia Álvarez, junto a Dimas Gimeno, tienen un 39% del capital de Iasa, pero deben pagar a Hacienda en concepto de impuesto de Sucesiones 100 millones, una cantidad de la que no disponen actualmente.
