
Javier González Pareja, presidente de Bosch para España y Portugal, recibe a elEconomista en la sede de la empresa en Madrid, entre bromas sobre la informalidad de la vestimenta y los nuevos aires de modernidad que soplan en la multinacional alemana -por ejemplo, sus directivos ya no usan la corbata-, algo impensable apenas una década atrás.
Va a lazar un servicio de moto compartida en Madrid...
Empezarán las pruebas a finales de junio y en julio se lanzarán 850 scooters, bajo la marca Coup. Es un negocio que empezamos en Berlín en 2016 y luego en París; ahora se ha elegido Madrid entre 20 ciudades europeas, porque es un polo de nueva movilidad, tiene un clima que permite su uso en la mayor parte del año y además un factor de utilización turística importante.
¿Tienen intención de expandirlo a otras ciudad españolas?
Sí; aún no podemos decir cuándo, pero tenemos planes para implantarlo en otras ciudades de España y de fuera de España. Hasta ahora hemos ido a una ciudad por año y este ritmo se tiene que acelerar. Y tenemos que comprobar que es un negocio interesante para nuestros clientes y para nosotros.
Las soluciones de movilidad le aportan la mitad del negocio en España, ¿seguirá así?
El año pasado facturamos 2.900 millones de euros en España y algo más de la mitad fue en soluciones de movilidad, sí, pero prevemos cierta ralentización este año, porque algunos de los principales mercados para el país, como Reino Unido o Turquía, no están creciendo como los demás.
¿Va a reducir su inversión aquí?
No. El año pasado invertimos unos 100 millones y seguiremos así, porque pensamos a largo plazo.
¿En qué negocios ve más futuro?
Los que combinan el mundo real y el digital, como las impresoras de 3D. En el caso de la movilidad, por ejemplo, somos el primer fabricante mundial de componentes de automoción y estamos entrando en movilidad digital, con soluciones para vehículos autónomos: con Daimler estamos cooperando para poner robotaxis en las ciudades a inicios de la próxima década.
Eso exige el despliegue de la tecnología 5G, ¿no? ¿Será rápido?
Para tener una conducción automatizada necesitamos una exactitud milimétrica que no dan los sistemas actuales... Bosch es de los que quiere 5G y lo quiere mañana.
¿Pero no se ralentizará para amortizar más los sistemas actuales?
A veces chocan las intenciones técnicas con otras, como las políticas... Si hay condicionantes ajenos a la técnica, ésta no va a llegar, pero nosotros creemos que el 5G estará listo en un plazo de tres a cinco años.
¿Y qué tecnología liderará el coche autónomo, la europea, la americana o la asiática?
Desarrollamos ese negocio en los tres continentes, somos la empresa con más patentes registradas en coche automatizado del mundo -tenemos más del doble que la siguiente- y no creo que sea la una o la otra, sino que habrá que incluir lo mejor de la una o la otra y la que surja tendrá que ser válida en cualquier sitio.
¿Prevé fusiones entre fabricantes de vehículos y firmas tecnológicas?
Sí. Sin duda. Una de las mayores revoluciones en movilidad es la propiedad: las nuevas generaciones ahora quieren usar un coche, no tenerlo, de modo que se van a producir menos coches y tiene que haber un realineamiento entre los fabricantes de automóviles, los fabricantes de componentes y los terceros, como las empresas digitales, que podrían comprar fabricantes actuales. Va a haber movimiento en la industria y sobre todo en aquellos que hoy no se les percibe como competidores.
¿En qué horizonte temporal?
Una de los factores de la digitalización es que la velocidad es cada vez mayor... No me atrevo a dar una fecha, pero no tardará mucho.
¿Cómo ve la guerra entre el vehículo eléctrico y el de combustión?
Si en 2030 el 30% de los vehículos nuevos serán electrificados, el 70% restante no lo será, de modo que no sólo hay que orientarse hacia las nuevas tecnologías; también hay que optimizar lo que existe. En este sentido, estamos trabajando en un sistema que reduce las emisiones de NOx del diésel hasta el 10% de los niveles actuales: 13 miligramos por kilómetro, frente a los 120 miligramos exigidos por la UE en 2020...
¿Eso ya es viable?
Tendrá un coste de unos 100 euros por vehículo, pero sería muy difícil aplicarlo a los vehículos existentes, porque hay que disponer los componentes de otra forma... Aún está en fase de demostración, pero cuando nuestros clientes nos digan que lo quieren, tardaremos tres o cuatro años en ponerlo en la calle.
El nuevo Gobierno ha retirado la Agenda Digital de sus prioridades. ¿Qué le parece?
¿Quién es Bosch para decirle a un Gobierno lo que debe hacer? Eso sí, la I+D es esencial y el porcentaje de gasto de España en relación al PIB está sensiblemente por debajo de la media europea...