
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha despejado de forma contundente las dudas que pudieran existir acerca del compromiso de permanencia y de crecimiento de la compañía en Alemania.
En una entrevista concedida al diario económico alemán Hansdelsblatt, el primer ejecutivo de Telefónica confirmó la intención de su grupo de participar en la próxima subasta de frecuencias 5G en aquel país, que se celebrará en 2019, y negó los rumores que apuntaban la venta de la filial germana, así como la desinversión de acciones de la misma subsidiaria, tal como habían insinuado algunos medios alemanes en las últimas semanas.
En la misma entrevista, Álvarez-Pallete recuerda el carácter estratégico del mercado alemán para su grupo, debido a su dimensión, estabilidad y crecimiento. "Si quisiéramos vender, no habríamos comprado E-Plus a KPN por 8.500 millones de euros", dijo tras destacar que Telefónica ha invertido más de 25.000 millones de euros en Alemania desde 2005. "No entiendo de donde vienen esos rumores", lamentó.
Riesgo de concentración
Respecto a la adquisición en Alemania de Unitymedia (Liberty Global) por parte de Vodafone, el presidente de Telefónica mostró su preocupación "ya que crea un duopolio de proveedores de red fija. Por lo tanto, esta transacción debe estar sujeta a una regulación estricta, si es que finalmente se aprueba", indicó Álvarez-Pallete.
El mismo directivo también tuvo oportunidad para elogiar el desarrollo y despliegue de fibra óptica practicado en España. "Orange tiene ahora más fibra óptica en España que en Francia, y eso que es una empresa con participación del Gobierno francés. Vodafone ha utilizado más banda ancha en España que en el Reino Unido y Alemania juntos", indicó para recalcar que "el modelo español puede servir de modelo para otros países, entre ellos Alemania".
Sobre el lastre de la deuda en la acción, el directivo realizó la siguiente comparación: "Si a Deutsche Telekom se le permite comprar Sprint en EEUU y a Vodafone adquirir Unity Media en Alemania, entonces ambos tienen deudas más altas que las nuestras, y el mercado no los ha castigado por ello.