
La concentración en el mercado de la celulosa y el papel "empezó hace muchísimos años y va a continuar durante bastantes más", según afirmó este martes Enrique Isidro, presidente de la Aspapel, la patronal del ramo, durante la presentación a la prensa del Informe estadístico anual del sector.
Isidro tuvo que responder a preguntas sobre la evolución y las perspectivas de las operaciones corporativas de concentración y fusión, puesto que justo el día anterior se supo que la británica DS Smith ha lanzado una opa amistosa a Europac, la compañía en la que ostentan el cargo de vicepresidente ejecutivo, por 1.670 millones de euros.
Isidro se negó a responder a cuestiones relativas a esta operación -no puede, por su condición de Consejero de Europac y los requisitos legales del proceso-, pero no tuvo más remedio que apuntar alguna de las claves sobre la evolución del sector en la UE y el resto del mundo.
En España hay 68 fábricas de papel y 10 de celulosa y, como en Italia y el sur de Europa en general, suelen ser más pequeñas que en el resto del continente. Esto, como subrayó Isidro, "no siempre implica una desventaja" porque son más flexibles y se adaptan mejor a un entorno que se transforma con gran rapidez.
Bioindustria circular
La velocidad del cambio está impulsada por el auge de la economía circular y digital: la necesidad de sustituir el plástico por otros productos reciclables y biodegradables, y la compra por Internet, han disparado la demanda de papel y cartón para embalaje: ya suponen el 61% de la producción española y crecen a ritmos de dos dígitos al año.
Por el contrario, un mercado tradicional, el de papel para prensa y artes gráficas, retrocede. Durante el año pasado su producción bajó más de un 10% en España y alguna importante fábrica lo abandonó para lanzarse a otros productos -hay más de 500 diferentes- con mayor demanda y mayor rentabilidad.
En este contexto se suceden las operaciones, como la fusión de las brasileñas Fibria y Sulzano -líderes mundiales en celulosa- o la compra de la también carioca Lwarcel por parte de la indonesia Asia Pacific Resources. Ahora bien, la última gran operación en Europa la ha protagonizado la aragonesa Saica, que en diciembre adquirió tres filiales holandesas de Flexible Packaging Holding.
Isidro recuerda que las firmas españolas tienen presencia en los cinco continentes y que compiten con notable éxito, a pesar de que en España tienen importantes desventajas en relación a sus competidores directos, como un mayor precio de los insumos energéticos.
La inversión alcanza el 10% de las ventas
Aspapel quiere destacar que sus asociados invertirán este año unos 479 millones de euros, más del 10% de la facturación del año pasado -fue de 4.401 millones-, cuando la media del país ronda el 4%. La mayoría de ese capital se destinará al aumento de la capacidad de las factorías y a la innovación y renovación tecnológica, con vistas a los nuevos hábitos de consumo, que reclaman productos más ecológicos, renovables, biodegradables y reciclados masivamente.