Empresas y finanzas

Gobierno amenaza paralizar obras de construcción en Sajalín-2

Moscú, 25 oct (EFECOM).- El Gobierno ruso amenazó hoy con paralizar, por presunto impacto ecológico, las obras de construcción en el multimillonario proyecto energético Sajalín-2, llevado a cabo en el extremo oriente de Rusia por la compañía Royal Dutch/Shell.

El ministro ruso de Recursos Naturales, Yuri Trútnev, afirmó que el proyecto se lleva a cabo "de forma escandalosa" y que la compañía operadora, Sakhalin Energy, ha violado cinco artículos del Código Penal referentes a la protección medioambiental.

Durante un viaje de inspección a la isla rusa de Sajalín, en el Pacífico, Trútnev acusó a la compañía de no hacer nada para reparar los daños y lamentó que el Gobierno interviniera "demasiado tarde" para detener la tala indiscriminada de bosques en la zona.

Trútnev ordenó enviar a la Fiscalía los materiales de todos los peritajes y dispuso que el Organismo de Protección Medioambiental de Rusia (OPMR) prolongue las inspecciones hasta finales de noviembre y le presente un informe final dentro de cuatro meses.

El jefe del OPMR, Oleg Mitvol, dijo a la radio "Eco de Moscú" que se revocará a Sakhalin Energy la licencia de uso del agua, lo que "significa la suspensión de las obras de construcción" para el tendido de gasoductos en la zona.

Trutnev valoró en 22.000 millones de dólares el perjuicio ecológico ya causado, en el marco de ese ambicioso proyecto de extracción y licuefacción de gas, si bien Mitvol elevó esa cifra hasta 50.000 millones.

Mitvol indicó que el OPMR incoará expedientes penales contra las empresas subcontratistas, sin revocar a Sakhalin Energy la licencia de extracción propiamente dicha, con lo cual formalmente "no se violarán los acuerdos" alcanzados por Rusia sobre este proyecto.

El director ejecutivo de Sakhalin Energy, Ian Craig, expresó hoy la intención de la compañía de compensar los perjuicios causados, si bien puso en duda las cifras anunciadas por las autoridades rusas.

Según analistas, los problemas de Sakhalin Energy empezaron después de que el monopolio ruso Gazprom aspirara a una parte en el proyecto, el único en Rusia con participación exclusivamente extranjera, pero ambas partes no se pusieran de acuerdo sobre el precio.

El desacuerdo se debió a que Shell revisó y casi duplicó, hasta más de 20.000 millones de dólares, el coste del proyecto, llevado a cabo según acuerdos de reparto de producción, lo que alarga el plazo tras el que Rusia puede empezar a recibir su parte de beneficios.

Gazprom, cuya expansión promueve y supervisa personalmente el presidente ruso, Vladímir Putin, pretendía canjear la mitad de un yacimiento suyo en Siberia por el 25 por ciento de acciones de Sakhalin Energy.

Ese caso y amenazas similares a la empresa francesa Total y otros grupos se atribuyen al deseo de Rusia de retomar el control de yacimientos de hidrocarburos cuya explotación fue entregada a grandes petroleras internacionales en la década de 1990.

"Las autoridades rusas procuran, por un lado, reducir los gastos del proyecto, y por el otro, garantizar la entrada de Gazprom en el mismo a un precio asequible", comentó al diario digital Gazeta.ru, a condición de anonimato, un analista de una compañía occidental.

La postura "excesivamente dura" de Gobierno respecto a Sajalín-2 "amenaza al clima de inversiones en Rusia", comentó a "Eco de Moscú" el vicepresidente de la Unión rusa de Industriales y Empresarios, Igor Yurguens.

"La ecología es un pretexto formal para que las compañías rusas puedan acceder al proyecto Sajalín-2", y el escándalo en sí "es un instrumento de presión sobre la compañías extranjeras", indicó a la emisora el ex ministro de Economía ruso Yevgueni Yásin.

Según Yásin, la solución de este conflicto depende del presidente ruso, quien la semana pasada aseguró a la Unión Europea que su Gobierno y Sakhalin Energy hallarán un acuerdo, aunque descartó que se duplique el coste del proyecto.

Reino Unido ha declarado que la decisión del Kremlin de revisar las condiciones de Sajalín-2 supone "un duro golpe para la reputación de Rusia como socio en negocios y suministrador de recursos energéticos", y ha pedido una política "más predecible, para evitar un retroceso en los niveles de cooperación".

Sakhalin Energy, creado en junio de 1994, está integrado por el grupo anglo-holandés Royal Dutch/Shell (55 por ciento) y las japonesas Mitsui (25 por ciento) y Mitsubishi (20 por ciento).

El consorcio calcula que los yacimientos de Sajalín-2 tienen reservas comprobadas de 150 millones de toneladas de petróleo y 500.000 millones de metros cúbicos de gas.EFECOM

si/prb

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