Los administradores concursales de la inmobiliaria presidida por Fernando Martín han rebajado la deuda de la compañía hasta los 7.005,4 millones de euros frente a los 7.155,9 que comunicaron cuando presentaron el texto ante el Juzgado de lo mercantil de A Coruña el 2 de diciembre. No obstante, estos datos siguen difiriendo de los declarados por la compañía a cierre del tercer trimestre, cuando anunció una deuda de 5.661 millones
Asimismo, los administradores aumentan el valor de los activos de Martinsa-Fadesa desde los 7.336,9 millones de euros hasta los 7.404 millones, de forma que el superávit patrimonial se ha más que duplicado desde los 181 millones hasta los 398,6 millones.
¿Un error?
Los administradores del concurso de acreedores de Martinsa-Fadesa, Antonio Moreno Rodríguez (por parte de Bankinter), Antonia Magdaleno (como abogada administradora) y Ángel Martín Torres (en nombre de la consultora KPMG), explican que en el primer listado de deudas se incluyeron por error las contingentes, que no son exigibles actualmente porque dependen de una serie de condiciones.
En cuanto al activo, han elevado especialmente el valor de las participaciones financieras (que incluyen sobre todo a empresas del grupo) porque cuando presentaron el informe no contaban con la totalidad de las tasaciones.
En el informe, una de las principales decisiones que han tomado los administradores concursales es la petición de que se anule parte del acuerdo suscrito por la inmobiliaria con sus bancos acreedores el pasado 7 de mayo, a través del que se refinanció una deuda de 4.000 millones de euros.
Un acuerdo "perjudicial" con los bancos
Los tres administradores, que consideran perjudicial ese acuerdo, pretenden eliminar las garantías adicionales que tomaron los bancos para aceptar a refinanciar el préstamo sindicado de 4.100 millones concedido en febrero de 2007, con el que la inmobiliaria madrileña Martinsa pudo comprar a la gallega Fadesa.
De las 45 entidades que refinanciaron el crédito, diez se han negado a renunciar a las garantías adicionales tomadas, lo que ha provocado que los administradores concursales quieran que se dejen sin efecto esas garantías.
No obstante, los administradores concursales van más allá y aseguran que esas entidades eran "plenas conocedoras de la situación de dificultad por la que atravesaba la concursada", por lo que consideran que los acreedores podrían llegar ser responsables del agravamiento de la insolvencia de Martinsa-Fadesa.
"Deberá ser esclarecido si la información de la que disponían los miembros del sindicato de bancos era suficiente para conocer que con dicha refinanciación no se evitaría el concurso", añade el informe al respecto.