Empresas y finanzas

Los March estarán un mínimo de siete años en Gas Natural Fenosa

  • Repsol culmina la venta de su 20% en la gasista por 3.816 millones

La Corporación Financiera Alba, el brazo inversor de la familia March, permanecerá al menos siete años en el capital de Gas Natural Fenosa (GNF), a menos que CVC, la firma con la que ha comprado a Repsol su 20 por ciento en la empresa gasista, le dé permiso para abandonarlo antes. Así consta en el pacto parasocial que Alba y CVC han suscrito para regir sus relaciones en la compañía presidida por Francisco Reynés.

Alba y CVC han destinado 3.816 millones de euros para adquirir los 200,86 millones de acciones que tenía Repsol en GNF por medio de la sociedad Rioja Bidco Shareholdings. Alba atesora el 25,73 por ciento de este vehículo financiero, ha desembolsado 500 millones en la operación y cuenta con una participación indirecta del 5,16 por ciento de GNF.

No es raro, por lo tanto, que la voz cantante de Rioja sea la de la gestora británica de fondos CVC, como demuestra el hecho de que sean tres personas ligadas a ella las que se incorporan al Consejo de GNF, aunque en un principio se barajara que alguno de los nuevos consejeros representara a los March. Al final, Javier de Jaime Guijarro, José Antonio de Torres de Silva López de Letona -ambos estarán en la Comisión Ejecutiva- y Juan Arbide Estensoro, van a sustituir a Luis Suárez de Lezo, Íñigo Alonso de Noriega y Guillermo Llopis, que representaban a Repsol. Merece la pena señalar que la petrolera también dispuso de una vicepresidencia, que ocupaba Josu Jon Imaz.

El referido pacto parasocial, remitido por la empresa de los March a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), indica que el nombramiento de los consejeros de Rioja en GNF se produce por mayoría simple, aunque se guiarán en el ejercicio de sus funciones por principios de inversión acordados por los dos socios.

El pacto también especifica que Alba no podrá transmitir sus acciones en GNF a un tercero durante un período de lock-up de siete años -medida de la que se exime a CVC-, y establece tres derechos adicionales: ambos tendrán Derecho de Primera Oferta -cuando sean informados de que el otro quiere vender podrán hacer una contraoferta-, Alba tendrá Derecho de Acompañamiento -si CVC vende, podrá vender la misma proporción de títulos al comprador- , y CVC tendrá Derecho de Arrastre, de modo que obligará a vender a Alba en el caso de que se desprenda del cien por cien de su participación en GNF.

Sin acuerdo con GIP y Criteria

Cuando se alcanzó el acuerdo de venta, en el mes de febrero, los participantes establecieron tres condiciones. Dos eran relativas a los permisos de las autoridades de Competencia de México, Corea del Sur, Japón y Alemania, así como la aprobación del Banco Central de Irlanda, mientras que la tercer hacía referencia a la firma de un contrato de accionistas entre Rioja, Criteria Caixa -el accionista mayoritario, con el 24,4 por ciento- y Global Infraestructure Partners (GIP), el fondo que en 2016 se hizo con un 20 por ciento de GNF al adquirir un 10 por ciento a Repsol y otro 10 por ciento a Criteria. Este contrato se refería exclusivamente al nombramiento de los tres consejeros que sustituyeran a los tres representantes de Repsol, pero era una condición autoimpuesta que al final decidieron obviar.

En GNF rigió durante muchos años un pacto parasocial entre Repsol y Criteria para controlar la gasista, que se anuló con la entrada de GIP; de hecho, la CNMV obligó a estos tres socios mayoritarios a especificar que no iban a pactar en un futuro.

En la actualidad, por lo tanto, en el Consejo de GNF tiene mayoría Criteria, el brazo industrial de La Caixa, pero hay dos fondos de inversión que tienen intereses muy parecidos: maximizar la inversión, previsiblemente con unos plazos y unos criterios de rentabilidad diferentes a los de la entidad presidida por Isidro Fainé.

Sin operaciones corporativas

De momento Reynés, hombre de confianza de Fainé, está volcado en la elaboración del nuevo Plan Estratégico de GNF, que presentará coincidiendo con la Junta de Accionistas, el próximo 28 de junio.

Poco ha trascendido del Plan, excepto que buscará mejorar la solvencia financiera de la firma, que se enfocará en la generación de caja -demanda de cualquier fondo de inversión-, que aplicará criterios más exigentes a la hora de invertir y que incluirá medidas de eficiencia. Podría incluir un paquete de prejubilaciones y una reorganización de la cúpula, al objeto de ganar agilidad en los procesos decisorios.

Eso sí, Reynés descarta participar en grandes proyectos de concentración empresarial porque prefiere "trabajar internamente para alcanzar el valor real de la compañía". De momento, acaba de ingresar más de 2.200 millones por la venta de los negocios en Italia y por el 20 por ciento de su red de distribución de gas en España, y se prepara para entrar en movilidad eléctrica, algo incompatible con la presencia de Repsol en su accionariado. En bolsa GNF está en máximos desde febrero de 2015.

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