Brasilia, 24 oct (EFECOM).- El canciller brasileño, Celso Amorim, advirtió hoy de que su país no aceptará "decisiones unilaterales" en las delicadas negociaciones con Bolivia sobre la situación de la estatal Petrobras tras la nacionalización de los hidrocarburos.
"Brasil no aceptará decisiones unilaterales" y pretende que en la negociación, que tiene plazo hasta el próximo sábado, se llegue a un "entendimiento en un contexto de beneficios para ambos países", dijo Amorim a periodistas.
Según Amorim, si las negociaciones no llegan a buen puerto, "se tomarán las medidas legales pertinentes", que podrían suponer acudir a tribunales internacionales para defender los intereses de Petrobras en Bolivia.
La empresa brasileña tiene invertidos en Bolivia cerca de 1.000 millones de dólares, que tras el decreto de nacionalización firmado por el presidente Evo Morales en mayo pasado quedaron en vilo y dependen de negociaciones que deben concluir antes del próximo día 28, según el plazo establecido por el Gobierno boliviano.
Amorim dijo que "hay que buscar el equilibrio adecuado", aunque admitió que "no es una cosa fácil", dado el conflicto de intereses existente.
Según el ministro de Relaciones Exteriores, Brasil "no quiere radicalizar esta historia" y pretende "conversar" hasta encontrar una solución.
"El contexto (antes de la nacionalización) era uno y ahora es otro", reconoció Amorim, quien no obstante insistió en que "se debe tener presente que no puede haber decisiones unilaterales y arbitrarias" en torno a la situación de Petrobras.
Según el ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, la negociación está a cargo de técnicos de Petrobras y del Ministerio de Relaciones Exteriores, que viajaron a La Paz el pasado martes.
Rondeau, a diferencia de Amorim, mostró cierto optimismo y dijo la víspera que las negociaciones "avanzan bien" y "están cerca de un consenso", aunque no precisó el alcance del posible acuerdo. EFECOM
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