Empresas y finanzas

El plan del PSG para la conquista de China a través del marketing y los eSports

  • El equipo francés empezó en 2014 a variar su estrategia con China
  • El objetivo, infiltrarse a través de eventos y de más presencia
Foto: Getty.

El PSG es un equipo ambicioso. Al margen de sus cuestionables éxitos deportivos, la escuadra gala es todopoderosa en lo económico, materia en la que pretende aumentar su dominio e influencia. Una vez conquistado el panorama europeo (hazaña a la que le quedan trofeos internacionales para ser completa), al equipo que preside Nasser Al-Khelaifi le surge un nuevo objetivo en el horizonte: China. Su plan para hacerse con ella ya ha empezado.

Este mes de abril ha sido un punto de inflexión en la relación del equipo parisino con el país asiático tras las firmas de sendos acuerdos con la agencia de marketing Desports y el equipo de eSports LGD para aumentar su presencia en lo que se considera un inmenso mercado por explorar.

La estrategia del PSG consiste en atacar a este caladero por varios frentes, ir haciendo mella en la sociedad china y su mercado. Hacer patente su presencia. Para ello, ha escogido la actividad que más atrae a los jóvenes del país (de 18 a 29) años, incluso por encima del fútbol, la música o la comida, tal y como refleja Forbes, que recoge la táctica gala. La alianza con uno de los equipos más punteros de los eSports, prestando su imagen pero sirviéndose de la experiencia y el prestigio en su mundillo de la escuadra nacional, es una plataforma para lanzarse a la visibilidad ante millones de espectadores. Millones de potenciales usuarios o hinchas.

El acuerdo con Desports permite a la agencia de comunicación (en manos del magnate Jiang Lizhang) gestionar las licencias del club francés y gestionar sus derechos de imagen, lo que expandirá la marca del PSG por el país chino. Las acciones a través de las cuales se cumplirá esta relación aún están por conocerse, pero se desarrollarán en los próximos meses.

Será el último paso de un cambio, una apertura a Oriente, que el PSG comenzó en 2014, cuando el club dejó el norte de África y Europa para decantarse por China y Hong Kong para sus giras veraniegas. No fue una decisión casual, sino un acto cargado de toda la intencionalidad. Había que venderse en el país asiático.

Otras señales de la querencia del PSG por filtrarse en China son guiños tan aparentemente superfluos como la traducción al mandarín de los dorsales del equipo para celebrar el año chino (puro artificio marketiniano) o su presencia en redes sociales como WeChat, Weibo y Maopai, en las que alcanzan, según informa el propio club, 1,3 millones de seguidores. Incluso, y siempre bajo informaciones de la escuadra, esta temporada ya se han fundado peñas en Shenzhen, Harbin, Guangzhou y Shanghai, las cuatro primeras en el país. Son los primeros pasos en busca de la cionquista de China.

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