
Telefónica compartió ayer con los inversores y analistas algunos de sus datos más actualizados, entre los que sobresale la intensa actividad de refinanciación emprendida por la teleco en los últimos 18 meses. Así, según explicó Jesús Romero, deputy chief financial officer de Telefónica, en solo los últimos 18 meses -desde octubre de 2016 hasta la fecha-, el grupo ha refinanciado 19.000 millones de euros, importe que representa el 34 por ciento de la deuda financiera total y el 10 por ciento del valor de la compañía.
Romero desveló las tres grandes decisiones que ha tomado el grupo de telecomunicaciones respecto a la gestión financiera, y cuyos resultados confirman el acierto de la estrategia emprendida.
Tres grandes apuestas
La primera gran cuestión consistió en sacrificar parte de la deuda a corto plazo, que resulta más barata, pero que también obliga a refinanciar con relativa frecuencia. Para evitarlo, Telefónica ha apostado por alargar la vida media de sus créditos. En concreto, el grupo ha dilatado los vencimientos para fijar una vida media ahora de 9,3 años frente a los 6,4 años de 2016.
La segunda decisión de calado de la compañía consistió en elegir entre los préstamos a tipo fijo o a tipo variable. Ante esa disyuntiva, Telefónica optó por los primeros, consciente de que se avecina un probable escenario de repunte de tipos, dado el bajísimo nivel actual de los mismos. De esa forma, el 71 por ciento de la deuda actual del grupo Telefónica ya está referencia a tipos fijos, frente al 51 por ciento de 2016.
La tercera apuesta de la teleco giró en torno a la elección de la divisa objeto de endeudamiento. Sobre ese aspecto, la compañía ha optado en los últimos meses por las emisiones en euros, pero sin descartar la libra o el real brasileño, lo que finalmente se ha traducido en un impacto favorable: el coste de la deuda neta se ha reducido el 3,32 por ciento al cierre de 2017, lo que supone 0,62 puntos porcentuales menos que a diciembre de 2016.
Laura Abasolo, responsable de las finanzas de Telefónica, y Pablo Eguirón, responsable de las relaciones con los inversores, que ayer intervinieron en Londres, también coincidieron en que el grupo Telefónica ahora cuenta con "un balance más fuerte y con una trayectoria sólida de gestión de riesgos". Los mismos directivos comparten que "la liquidez actual de la compañía permite a Telefónica cubrir los vencimientos de los próximos dos años tras reducir el importe de la deuda neta en 4.400 millones en 2017".
Telefónica también recalcó ayer que la nueva Norma Internacional de Información Financiera (NIIF) 15, apenas restará un 0,1 por ciento a sus ingresos (cerca de 60 millones de euros) y un 0,5 por ciento al resultado bruto de explotación (oibda), cifrado en unos 80 millones. De todo lo anterior se desprende que los nuevos criterios de contabilidad no alterarán las cuentas ni previsiones de Telefónica.