Es finalista en un proyecto de 500 millones, cuyo ganador se conocerá mañana
madrid. Sólo le falta un pilar para terminar de construir el puente hacia su primera concesión en Carolina del Norte. Y podría ponerlo mañana. ACS y su filial Iridium están a un paso de adjudicarse la concesión Mid-Currituck Bridge, un proyecto valorado en 636 millones de dólares (500 millones de euros) que, salvo sorpresas, mañana dará a conocer el nombre del ganador.
Para alzarse con ese trofeo, la compañía presidida por Florentino Pérez deberá imponerse a los otros dos candidatos: un consorcio encabezado con Skanska y otro liderado por Hochtief y Bilfinger Berger.
Se da la circunstancia de que la constructora germana tiene como primer accionista a ACS, con lo cual, podría decirse que la compañía española tiene un 60 por ciento de posibilidades de alzarse con el triunfo, ya sea de forma directa o indirecta.
Esta vía de nueva construcción tendrá una longitud de siete millas (11,2 kilómetros), incluirá la obra del puente que da nombre al proyecto y será una alternativa a la actual US-158. Ubicado a orillas del Océano Atlántico, el Condado de Currituck se ubica en la zona noreste de Carolina del Norte y cuenta con algunas zonas prácticamente ítsmicas que las autoridades del Estado quieren conectar mejor con puentes como éste.
Rápido proceso
El proyecto del puente Mid-Currituck destaca por su celeridad. Fue el pasado 11 de agosto cuando las compañías interesadas presentaron sus ofertas preliminares. Apenas un mes después, las autoridades de Carolina del Norte seleccionaron a los tres únicos candidatos con posibilidades de hacerse con el proyecto, que el pasado 18 de noviembre presentaron sus propuestas definitivas.
Con estos documentos sobre la mesa, los representantes de ACS, Hochtief y Skanska, defendieron ayer sus ofertas, último examen antes de la decisión final del próximo viernes, fecha marcada por la North Carolina Turnpike Authority para seleccionar a su preferido.
Pero habrá que esperar hasta enero del próximo año para la firma del acuerdo definitivo. A partir de ese momento, el ganador deberá superar varios procesos para conseguir las autorizaciones pertinentes por el impacto medioambiental y, una vez conseguidas, arrancar las obras, lo que retrasará hasta 2013 la entrada en funcionamiento de la concesión.
Una obra que, si termina adjudicándose ACS, se sumará a la larga y reciente lista de triunfos del grupo en Norteamérica. Sólo en 2008, la primera constructora española se ha adjudicado la construcción de una presa en Puerto Rico, por 145 millones de euros; las obras de ampliación del aeropuerto de Miami, valoradas en otros 100 millones de euros; y las autopistas A-30 de Quebec (Canadá) e I-595 de Florida (EEUU), que suman otros 2.000 millones de euros.
Todavía más importante fue haber sido elegido socio estratégico del Estado de Texas para desarrollar el segundo corredor de infraestructuras (el primero cayó en manos de la también española Cintra), bautizado como TTC-69, que permitirá a ACS tener derecho preferente en aquellas concesiones en las que esté interesado.
Además, también en Estados Unidos, ACS adquirió hace un año la constructora Schiavone, con sede en Nueva Jersey, por 102 millones de euros.