
Aena ha puesto en revisión su plan de expansión internacional para tratar de desbloquearlo de cara al año que viene. Ante la negativa del Gobierno a respaldar la política de internacionalización planteada por el anterior presidente, José Manuel Vargas (aspiraba a tener el control accionarial de las concesiones), Aena está estudiando distintas vías para entrar en nuevos territorios sin tener que conseguir el visto bueno del Consejo de Ministros, que debe aprobar cualquier operación al ser el máximo accionista.
Y es que, pese a que desde el Ministerio de Fomento se insiste en que la internacionalización es uno de los pilares del plan estratégico de Aena, el Ejecutivo ha estado frenando cualquier opción de crecimiento fuera de nuestras fronteras. Así, se negó a que participara en la puja por los aeropuertos de Brasil, EEUU o Cuba y puso límite presupuestario a las ofertas, lo que en la práctica le impedía competir con otras concesionarias como Vinci.
"Estamos redefiniendo el modelo de crecimiento internacional de cara a la elaboración del plan estratégico. Se analiza pujar de la mano de un socio local o un fondo limitando el peso de Aena en la sociedad resultante", explican fuentes cercanas a la compañía que preside Jaime García Legaz. En este sentido, en un encuentro con analistas, el primer espada del gestor reconoció que su objetivo a priori es la conformación de empresas con socios financieros en las que tuviese una participación minoritaria y aportase su conocimiento a nivel industrial. Esta maniobra que le permitiría sortear al Consejo de Ministros ya que si Aena tiene menos del 50% de la newco que acuda a los concursos, ésta no necesitaría el permiso del Gobierno para realizar la oferta. Además, con este modelo el gestor limitaría el capital invertido y los riesgos.
Aena ha asumido que su política de inversiones a nivel internacional no cambiará significativamente la imagen de la compañía que continuará teniendo una exposición netamente nacional ya que no se podría consolidar ni los ingresos ni el ebitda ni los pasajeros de las nuevas infraestructuras que pueda gestionar. Actualmente, España supone el 90,4% de tráfico y el 94,6% de sus ingresos y no parece que los pesos vayan a cambiar sustancialmente en el medio-largo plazo y menos con este modelo de negocio. "Tenemos el radar puesto por si surge alguna oportunidad pero no hay ninguna operación inminente", sentencian fuentes del operador a ese diario.
Hoy en día, la compañía tiene presencia en México, a través de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), Colombia y Reino Unido. De los tres mercados, solo tiene la mayoría accionarial en el aeropuerto de Luton (Londres), donde posee el 51%, por lo que es el único negocio que se consolida. En cuanto a su presencia en el país azteca, Aena no tiene previsto incrementar su peso en la firma. GAP está registrando crecimientos de doble dígito y ahora precisa una inversión de 1.000 millones en varios años para crecer. En Colombia, Aena trabaja para renovar la concesión.
Subir el pago al accionista
De optar por esta vía para reactivar la internacionalización, apenas se crearía valor. Un objetivo que sí que se puede alcanzar con el desarrollo del plan inmobiliario o la compra Luton. Aena ha confirmado que ha recibido una carta por parte de Ardian en relación a la venta de su 49% de Luton y que tienen un mes para contestar y decir si están interesados en comprarlo o no.
Si el gestor opta por hacerse con el cien por cien de Luton, la operación revalorizaría el activo en balance afectando directamente al neto, lo que elevaría la remuneración al accionista, que Aena tiene previsto mantener en el 80% del beneficio en 2018, en línea con 2017. En 2016 fue el 50%.